Me gusta adivinar y ser adivinado. Me gusta intervenir pero poco ser intervenido. Me gusta sonreír y que me sonrían. Me gusta escribir y que me escriban.
Sí, me gusta mucho que me escriban pero esto no lo consigo mucho. La gente escribe mucho más de lo que lee, pero escribe no para responder sino para abrir nubes. Queremos dejar huella, no queremos intervenir en las huellas de otros.