14.12.13

Álvaro García Linera enseña a Europa qué es ser de izquierdas

Álvaro García Linera, Vicepresidente de Bolivia, ha explicado en Madrid como se está viendo la actual situación de Europa desde Iberoamérica y sus palabras son contundentes. También ha hablado de su concepto de “izquierda” en pleno siglo XXI y ha vuelto a poner énfasis en una forma de visión progresista que poco a poco va calando entre todos. Leamos qué ha dicho Álvaro García Linera en el IV Congreso del PIE, Partido de la Izquierda Europea.

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"Vemos una Europa que languidece, una Europa abatida, una Europa ensimismada y satisfecha de sí misma, hasta cierto punto apática y cansada. Sé que son palabras muy feas y muy duras, pero así lo vemos. Atrás ha quedado la Europa de las luces, de las revueltas, de las revoluciones. Muy atrás ha quedado la Europa de los grandes universalismos que movieron y enriquecieron al mundo y que empujaron a los pueblos de muchas partes del mundo".

"No es el pueblo europeo el que ha perdido la virtud ni la esperanza, porque la Europa a la que me refiero no es la de los pueblos"

"La única Europa que vemos en el mundo es la de los grandes consorcios, la Europa neoliberal, la de los mercados y no la del trabajo". Carente de grandes dilemas, horizontes y esperanzas, sólo se oye —parafraseando a Montesquieu— el lamentable ruido de las pequeñas ambiciones y de los grandes apetitos".

"Tenemos una democracia sin esperanza y sin fe, parece una democracia derrotada. Una democracia fosilizada. En sentido estricto, no es una democracia" ¿Y cómo hemos llegado hasta ahí? Porque el capitalismo ha mutado y se ha convertido en un "capitalismo depredador que acumula por expropiación". "Expropiación ocupando espacios comunes, biodiversidad, agua, conocimientos ancestrales, bosques, recursos naturales, es una acumulación por expropiación de riqueza común que deviene en riqueza privada. Y esa es la lógica neoliberal actual"

"Las respuestas que teníamos antes son insuficientes, si no, no estaría gobernando la derecha en Europa. Algo está faltando a nuestras respuestas y propuestas"

"La izquierda europea no puede contentarse con el diagnóstico y la denuncia. Esto sirve para generar indignación moral y es importante la expansión de la indignación, pero no genera voluntad de poder. La denuncia no es una voluntad de poder. Puede ser la antesala, pero no es la voluntad de poder. La izquierda europea, a esta vorágine depredadora y destructora que lleva adelante el capitalismo, tiene que comparecer con propuestas. La izquierda europea tiene que construir un nuevo sentido común en el fondo de la lucha política. La izquierda tiene que luchar por un nuevo sentido común progresista revolucionario y universalista".

"Necesitamos recuperar el concepto de democracia. La izquierda siempre ha reivindicado la bandera de la justicia, la igualdad, la participación. La democracia es mucho mas que las instituciones. Es mucho más que votar y elegir el Parlamento. La democracia son valores, los principios organizativos del entendimiento del mundo: tolerancia, pluralidad, libertad de opinión. La democracia es práctica, es acción colectiva, es creciente participación en la administración de los espacios comunes. Hay democracia si participamos en lo común. Si tenemos como patrimonio el agua, entonces la democracia es participar en la gestión del agua".

“La izquierda tiene que recuperar también la reivindicación de lo universal, la política como bien común, la participación en la gestión de los bienes comunes, la recuperación de los comunes como derecho: la salud, el trabajo, la sanidad, la protección de la madre tierra, de la naturaleza. Son derechos universales, son bienes comunes universales frente a los que la izquierda tiene que plantearse medidas concretas; reivindicar una nueva relación metabólica entre el ser humano y la naturaleza. No hay que caer en la lógica de la economía verde, que es una forma hipócrita de ecologismo”. 

"Hay empresas que parecen ante ustedes como protectores de la naturaleza pero esas mismas empresas nos llevan a nosotros a la Amazonia todos los desperdicios que en Europa se generan. Aquí son defensores y allí depredadores. Han convertido la naturaleza en otro negocio".

"La izquierda tan débil de hoy no puede darse el lujo de distanciarse. Habrá diferencias en 20 puntos (entre distintos grupos de la izqueirda), pero coincidimos en 100. Guardemos los otros 20 para después. Somos demasiados débiles para seguir en peleas de capilla distanciándonos del resto".