Un grupo de exdirigentes de IU más el exjuez Baltasar Garzón
han abierto el melón de la colaboración con el PSOE para que la izquierda sea
capaz de agruparse y sumar en contra de una derecha rancia que nos está robando
derechos y deberes, dineros y trabajos, posibilidades y futuro.
Son tiempos de movimientos políticos en todos los frentes.
UPyD florece como primavera tardía mientras otros grupos mueven fichas para no
quedarse descolocados. Quien no se mueva ante la foto final, no saldrá del
atolladero.
¿Qué supone este movimiento de Garzón y antiguos dirigentes
de IU como el aragonés José Mendi?
¿Qué camino le espera a Gaspar Llamazares en este temblor?
¿debe la izquierda unirse en torno al PSOE o en torno a IU? ¿sabe la izquierda
unirse?
El actual PSOE es centrista, jacobino y anclado en el siglo
XX. Lo que no quiere decir que no sea capaz de cambiar, adaptarse, avanzar y
moverse también. Si unos se mueven todos debemos movernos. Pero sin resultar
barullo.
Ciudadans se mueve, EQUO busca acomodo, CIU parece capaz de partirse
por la mitad, surgen con fuerza los movimientos a la derecha del PP
(efectivamente, todavía esto es posible) para en torno a alguna idea que
aglutine formar un partido estatal y alguna AVT parece un posible nido).
En la Conferencia Política del PSOE deben salir ideas y
programas, renovaciones y luces. Deben salir caras y cruces. Unos para avanzar
otros para irse a casa. No les toca —como muy bien el propio PSOE intenta
aparcar— hablar de problemas territoriales; toca hablar de sociedad, de
socialismo, de izquierdas, de servicios, de soluciones. Jope, me han salido
cuatro S y una I. ¡SI!