A veces salir es perderse, es dejar de estar, es restar comodidades. Pero no importa pues salir es aprender, es crecer e interactuar con uno mismo, es cambiar. Salir es respirar libertad aunque a veces la libertad de algo de miedo.
Salimos menos de lo que deberíamos.
Salir no es dar una vuelta por los garitos de tu ciudad, salir es encaminarse a una meta distinta, lejana, arriesgada. Salir es volar.