La Conferencia Política del PSOE ha sido un éxito de imagen.
Lo cierto es que necesitaban media docena de éxitos de imagen cuando menos,
pero uno al menos es más que nada.
De las Conferencias Políticas, de todas se llamen como se llamen, se
sale diferente a como se entra. En casi todas. Y si no, mal. Así que debemos
asegurar que de esta, el PSOE habrá salido algo distinto, aunque no lo notemos
o no sepamos decir hoy qué cambios ha sufrido.
Desde fuera hay algunas luces que apuntan caminos nuevos
para los que miramos por el reojo de la política.
Un pequeño giro a la izquierda social, a cambio de
una clarificación conservadora sobre políticas territoriales y de Estado.
Una clara idea global de que Rubalcaba debe ser
generoso.
Se ha asumido que algunas políticas del PSOE no eran
socialistas.
La calle tiene razón entre otros motivos por que en
la calle están sus militantes.
O asumen un cambio o asumen un cierre.
Más pronto mejor que muy tarde deben construir un
líder.
El equipo actual aunque joda, está quemado y se
necesitan caras nuevas y jóvenes.
Pero de asumir luces a que después algunos intenten
apagarlas hay un trecho que algunos intentarán recorrer a partir de hoy. No es
sencillo que te digan “esto se acaba” ni que te avisen de que hay que dejar el despacho
aunque te prometan otro con más ventanas. El PSOE tiene un camino muy largo y o
se ponen a andar ya y sin parar o no llegarán a la meta en su fecha.
Y recordemos todos que lo importante tras una Conferencia Política
no son los papeles que se publicitan, sino las palabras, acuerdos y fuerzas que
quedan tras salir de las Conferencias, siempre con cara amable y el corazón
partido.