Albert Rivera goza de gran popularidad social en un ejemplo
claro de que para ser político además de tener unas buenas ideas y un
programa que luego se incumplirá (les sucede a todos, va en el ADN del
político) se debe tener carisma de líder.
Y Albert Rivera de Ciutadans lo tiene a raudales. Es joven,
guapo, sabe hablar, hace pedagogía política, refleja benevolencia desde la
“listeza” que es lo más complejo de trasmitir y tiene las ideas claras de lo
que la sociedad quiere en estos momentos, al menos escuchar. Es decir, es
populista con toda la carga positiva y negativa de este adjetivo.
¿Qué futuro tiene en España Ciutadans? Pues depende de
ellos, pero en principio bastante, si dejan de lado algunos tic que siempre lleva
dentro la juventud.
Y si no se deja arrastrar hacia el populismo (sí, otra vez
el palabro) que trae votos de mala calidad (jope, tener que decir que hay votos
de calidad y de NO calidad, a mi edad. Esta frase es antidemocrática ¿no?).
Se empeñan desde Ciutadans en decir que son un movimiento
social, que no quieren ser un partido político estatal (de momento) sino un
movimiento y por ello han dado el salto a toda España solo como “Movimiento
ciudadano”. Esto es imposible aunque suene bonito.
Son la parte conservadora de los movimientos de indignados
tipo 15M. Serían los primeros en dar el salto hacia la organización política pero
sin llegar a ser partido político más que en Cataluña en donde las encuestas
les dan subida tras subida en todas las encuestas. ¿Por qué?
Sobre todo por su líder, que son la diferencia que marca la
posibilidad de crecer y crear el movimiento que anima y agrupa, los líderes son
los que trasmiten y desde hace miles de años, atraen. Los que enseñan a sus
seguidores. Pero este sistema tienen sus errores que ahora no voy a enumerar.
Algunos importantes y graves para la supervivencia del sistema de liderazgo que
parece poco democrático pero que en realidad si es válido, sí lo es.
Personalmente me encuentro en las antípodas de este
movimiento, no en sus planteamientos de regeneración ni en parte de los sociales,
pero si en sus territoriales. Pero me resulta importante su análisis pues son
el futuro, representan la lucha contra el anquilosamiento políticos de las
viejas maquinarias.
Falta desde la izquierda alguien que de el salto nacional a
una forma de “ser” en política pedagógica parecida al Movimiento Ciudadano, con un líder tan apoyado
por los medios de comunicación como Albert Rivera. Casi imposible, lo sé.