Me acabo de enterar que los espías americanos, en solo un
mes, registraron y revisaron 60 millones de llamadas telefónicas en España. Alguna me tiene que tocar a mi. Estos espías
sí son cursantes a tiempo completo y con contrato indefinido.
La Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense espió
60 millones de llamadas en España entre el 10 de diciembre de 2012 y el 8 de
enero de este año. Como quien dice amén jesús.
La información recabada no incluyó el contenido de las llamadas pero sí el número de teléfono del receptor y del emisor, sus ubicaciones, la duración y el número de serie de los teléfonos, según la información hecha pública por el bloguero estadounidense Glenn Greenwald, que ha tenido acceso a los documentos secretos filtrados por el exanalista de la NSA Edward Snowden. No consta que lleguen a saber qué tipo de calzoncillos teníamos puesto en ese momento.
La información recabada no incluyó el contenido de las llamadas pero sí el número de teléfono del receptor y del emisor, sus ubicaciones, la duración y el número de serie de los teléfonos, según la información hecha pública por el bloguero estadounidense Glenn Greenwald, que ha tenido acceso a los documentos secretos filtrados por el exanalista de la NSA Edward Snowden. No consta que lleguen a saber qué tipo de calzoncillos teníamos puesto en ese momento.
Parece que nos asombra esto, pero es que no tenemos sentido
común. ¿Para qué creíamos que se había fundado la CIA? ¿a qué creemos que se
dedican los espías? Efectivamente, a espiar. Pero no “a espiarse”, no, no, “a
espiarnos”; que es para lo que se creó esa Central que no tienen nada que ver
con una librería.
Lo que no tengo nada claro es a quien reclamar si la factura
de Telefónica me viene más hecha, si a la CIA o a la Compañía. Es que no sé
quien tendrá los datos más actualizados.