11.9.13

Yo sí quiero opinar sobre Cataluña


La realidad de Cataluña les parece a la gran mayoría del resto de vecinos del Estado español como una situación a resolver como si de un problema importante fuera. Y más que un problema es una realidad social que deberíamos al menos hacer un esfuerzo todos por intentan entender.

Es mayoritaria la opinión entre los españoles que Cataluña quiere plantear una secesión, una independencia y separación de España como si esta fuera la única salida posible a una realidad compleja, sin pararnos a pensar nunca, qué podemos hacer desde cada poder para asimilar la realidad y modificarla si fuera necesario.

Gestionar o negociar cuando las pautas se han atascado y se han vuelto violentas, es lo más complejo de realizar excepto por los imbéciles, que parece más proclives a esperar que las situaciones se vuelvan problemas y graves, para poder opinar con razones más que con razón.


Cataluña no desearía separarse de España, pero parecemos muy incapaces entre todos de lograrlo y parecemos más capaces de presionar a los catalanes para que sigan avanzando en su independencia. Seguimos tensando las cuerdas como si ya fueran “los enemigos”.

En Cataluña según se nos dice, el 52% quiere la independencia en estas situaciones actuales, que no son las lógicas entre gestores políticos de nivel. Pero entre el 48% de catalanes que NO quieren la independencia hay muchos catalanes que no aceptan esa falta de respeto a lo catalán y no desearían un abrazo salvador hacia Madrid como única solución posible.

Los catalanes han tenido siempre una personalidad social distinta a la de otros muchos vecinos de Estado. Asumir esto no es complejo. Imponer que no exista esta personalidad es un gran error. Señalar a lo catalán como complicado e intentar apagar sus deseos catalanistas otro error. Querer imponer a Madrid como “el padre” una idiotez. No querer entender a los catalanes, pensando que acercarse es empezar a darles la razón de algo que no está en entredicho, una bobería.

Contra cada acción hay siempre una reacción. Por parte de unos y de otros. ¿Queremos tensar más la cuerda o queremos buscar entre todos, también entre los catalanes, un punto de acercamiento?

Y esto lo digo desde Aragón, vecino muy cabreado con Cataluña por muy diversos motivos. Se nos quitan bienes culturales e históricos. Se nos intentan adueñar (de momento en los mapas) de parte de Aragón. Saben llevarse inversiones que nunca llegan a su tierra vecina, Aragón. Y durante décadas se han llevado los mejores aragoneses como inmigrantes hacia Cataluña. Pero aun así soy conocedor de la realidad catalana y sé que no sirve de nada el enfrentamiento. No es miedo, es sensatez y necesidad de ser un poco más lógicos dentro de la acción de gobierno.