Vamos a decirlo con calma pero no con estupidez. Creo. Eurovegas
es mentira, es mafiosa, es un Gran Scala a nivel madrileño, es un negocio del
que España no debería estar contenta.
Pero añadamos más.
En las negociaciones de Gran Scala no importaba el humo del
tabaco, pero si y mucho el volumen de los impuestos a pagar por el juego. Tanto
era el mangoneo que al final los estados, los territorios que contienen el
juego, la droga legal, la prostitución y el vicio eran simplemente el capazo
que pone el sol y las leyes.
Cambiar leyes para que los dueños de estos chiringuitos se
forren a costa de enfermos y viciosos, a costa de engañarnos con la creación de
una mano de obra barata y sin derecho, es de imbéciles.
Decir que quien no desea Eurovegas es un antipatriota en el
país que expulsa a sus licenciados e investigadores a otros mercados donde si
se les reconoce su trabajo, es una bobada que no merece respuesta.
Gran Scala fracasó por no tener dinero para invertir. Aragón
se quedó sin su inversión que iba a ser lo más importante tras Fernando el Católico,
según voces de políticos absurdos y embebidos en cielos de ángeles borrachos.
Si en un país no es rentable fabricar coches o zapatos,
investigar o vender trigo, mal será rentable montar un garito de putas para
todo el mundo mundial, excepto que tras todo esto se esconda una modificación
de leyes enorme para parecernos a países sin Ley, pero dentro de países seguros
y con Lay hasta que nos la toreen.