En la formación española y a todos los niveles hay dos déficit perfectamente detectados, aunque seamos incapaces de resolverlos no siempre sabemos bien por qué. El segundo idioma (recomendable inglés) y la oratoria.
Ambos déficit educativos nos lastran claramente en nuestras posibilidades laborales y lo asumimos. Perdemos puestos de trabajo aquí en España o fuera, por no saber defender nuestras posibilidades en una entrevista, por no saber construir un discurso en defensa de nuestra profesionalidad, por no lograr hablar en un inglés fluido.
Detectamos incluso que el niveles de inglés y de oratoria entre las personas de más alto nivel en la empresa, la política o la gestión, es inferior al que necesitarían, al que tienen en otros países con otros sistemas educativos.
Pero seguimos sin hacer nada. Hay que aprender a explicarse bien, en al menos nuestro idioma e inglés. Y hay que saber leer perfectamente en inglés y a ser posible también escribir bastante bien en este idioma.
Pero seguimos sin hacer nada. Hay que aprender a explicarse bien, en al menos nuestro idioma e inglés. Y hay que saber leer perfectamente en inglés y a ser posible también escribir bastante bien en este idioma.
Demos dos apuntes muy sencillos de gestionar desde los poderes públicos para mejorar nuestro nivel de inglés y para aprender a tener mejor oratoria.
Poner en España una cadena de televisión para aprender inglés, con películas y series sin doblar, algunas con subtítulos y otras en idioma original. Y dar clases de inglés en distintos niveles en la misma cadena pública, para complementar. Nunca hay que mirar las audiencias. La formación pública está para lograr éxitos desde aulas con 25 alumnos.
Hacer en secundaria exámenes orales en algunas materias y enseñar a los alumnos a dirigirse al público, hablar y dialogar, organizar las ideas de forma oral, saber emplear el idioma no verbal y organizar las ideas para trasmitirlas con convencimiento.