Dijimos ayer que el trabajo escasea, que incluso el trabajo ya no tiene el mismo valor que hace un lustro, que ya no hay trabajo para
todos. Bien; ¿y?
Pues simplemente que cualquier labor que nos reporte dineros
para sobrevivir es buena si es legal. Es buena e inevitable. Tenemos que vivir,
sobrevivir en algunos casos. Si hay que aparecer desnudo en una revista y te
pagan por ello, miel sobre hojuelas. Si hay que insultar y te pagan, logras
vivir unos días. Si pidiendo en una esquina
sacas para el pan de tus hijos, eras un artista. Si te inventas un producto sin
valor pero que es posible venderlo eras otro artista mejor todavía. Si recogiendo
por la calle hojas secas las puedes vender empaquetadas y te las compran, eres
un listo. Si por cuidar enfermos por las noches pero cobrando, logras pagar las
deudas eres un emprendedor. Si por gestionar lo sencillo para los que no saben
hacerlo eres otro emprendedor más formado. Si…, vale, pon tú mismo la actividad
que quieras, casi todas valen.
No hay forma amoral de ganar los dineros. Si acaso ilegal.
Todas las demás, cuando falta el trabajo son imprescindibles para ganarse la
vida. Ahora es posible que todavía no lo entendamos bien, que nos molesten todavía
algunas prácticas, pero no hay que preocuparse, es cuestión de tiempo. Algunos
lo están provocando. Que se preparen a vivir en una sociedad mucho más dura.
¿Tú tienes trabajo? pues recuerda que lo puedes perder en cualquier momento, que no depende de ti conservarlo, no te aplaudirán tus buenas gestiones si un día deciden ganar los beneficios en otro país o con otros colaboradores, que debes saber defenderte ahora que puedes.