El niño tendría unos cinco años. Su hermana unos tres años. Con tono suplicatorio hacia su madre, pero a la vez con la contundencia de quien sabe que tiene toda la razón le dice.
—Me ha pegado ella. Sólo pido un poco más de respeto a las personas mayores.
Es graciosa la frase, es básica en los comportamientos humanos, incluso entre niños de tan corta edad.
Siempre se busca la razón y las razones para tener razón.
Incluso un tonto muy tonto se puede sentir listo si siempre está rodeado de más tontos que él. Somos lo que creemos ser.
O tal vez al revés, no somos lo que creemos, sino lo que creen los demás que somos.