En mi corta calle de barrio han montado ya el tercer establecimiento que vende periódicos y revistas a la vez que pan y frutos secos. Y una sola tienda de chuches y papelería que intenta sobrevivir.
Cada vez se vende menos papel impreso, mal invento pero son los tiempos. Si ahora junto al pan te puedes llevar las olivas, el pastel de postre y el periódico estamos dando otra estocada a las tiendas de prensa. Luego nadie querrá vender el papel y nos tendremos que conformar con recordarlo, dicen que es el mercado; jodo con los cambios mercantiles.
