Tras el golpe de Estado en Egipto queda claro que recurrir a
los militares es una mala solución, siempre. Es increíble que incluso Premio
Nobel de la Paz esté de acuerdo en que los militares se hagan con el poder en
un país que había votado democráticamente un sistema de gobierno. Quien
gobierna con las urnas como garantía, debe perder el poder con las urnas. Y
para ello deben servir los sistemas democráticos. Si no somos capaces de dotar
al sistema de defensa contra los sátrapas o usurpadores, hay que modificar las
normas, pero nunca desear que sean los militares los que resuelvan los
problemas, pues ellos solo lo saben hacer de una forma.
A veces se disfrazan de recambios, de dimisiones forzadas y
de poner en los poderes a civiles resabiados y que odian. Así es imposible resolver
los problemas de ningún país.
¿Alguien cree que Egipto saldrá de este problema con la
intervención militar? Yo no y por desgracia simplemente hay que esperar.
Morsi lo hizo mal en su año de mandato, potenciando solo a
los musulmanes con cambios en leyes fundamentales. La sociedad presionó en la
calle hasta lograr que Mohamed Morsi se encerrara en su enroque particular en
otra visión cegata de la realidad política. Al final con el aplauso de muchos
los militares han ejercido lo único que saben hacer bien en países como Egipto.
Dar un golpe de Estado e intentar que
todo vuelva al lugar que ellos quieren que esté Egipto. Es complicado entender
a Egipto y más resolver sus problemas ancestrales casi. Por eso los militares
serán incapaces de sembrar paz.