Políticamente Rajoy está hundido, no tanto entre los
españoles que somos escasos de memoria, sino entre sus propios populares. Se ha
caído todo el equipo moderno del PP mientras el antiguo equipo guarda un
silencio curioso y raro.
Aznar no habla por que no quiere, en otra decisión curiosa
tras sus verborreas anteriores. Ha decidido callar y esperar, algo de lo que es
un lince Mariano. Esperando tal vez que se le llame, que se le señale con el
dedo. Para bien o para mal.
El equipo actual del PP está hundido políticamente pero NO
judicialmente. Lo aportado por Bárcenas al juez (lo mismo que nos van dando por
cuentagotas desde El Mundo) no será suficiente a poco que esconda papeles más
importantes que los hasta ahora señalados. Hay criterios claros para saber que
políticamente esto ha sido un caos delincuente con ánimos de saltarse las leyes
impuestas. Pero en la misma medida se ha cuidado muy mucho de dejar pistas
claras. De momento.
La salida política estaría clara si hubiera algunas de estas posibilidades:
a/ El PP no tiene mayoría absoluta
b/ Desde el interior del PP se dice “basta” con rotundidad
c/ No fuera un proceso que estuviera afectando a excesivos
años populares
d/ No estuviéramos dentro de una crisis económica grave
Pero la realidad en España nos obliga a tener mucho cuidado
incluso ante hechos tan graves como este. No hay salida fácil pues el recambio
no existe (de momento) y no podemos jugar a joder. Cuando se avisa de que es
imprescindible que el PSOE tenga un líder capaz y creíble, cuando insistimos en
que el tiempo para esto ya se había acabado hace un año, la realidad nos
demuestra que teníamos razón. Hoy un PSOE con un líder capaz sería
imprescindible para gestionar desde la oposición esta situación muy mala. El
caso Bárcenas nos va a salir muy caro a todos nosotros. También a ti, querido lector,
aun que no lo creas.