A veces un pequeño bodegón de objetos recogidos pueden formarnos una idea correcta de la realidad, construyendo en el mismo lo que no es posible ver aleatoriamente.
Y no por ello, por haberlo tenido que crear, pierde valor lo mostrado, pues representa la idea del autor, que no siempre se encuentra con la imagen exacta. Estos objetos son de Alemania, tras la riada de junio de 2013. Un muñeco sucio y triste, la casita vacía de una mascota, unos cristales rotos y unos trapos. No es necesario más para enseñar el dolor. La imagen es de Pierre Teyssot