Se me ha muerto un amigo. Era algo más joven que yo y lleno de vida. En cuatro meses se ha hundido. Nos conocimos hace 38 años y desde entonces ha sido miembro de mi grupo de amigos entrañables, amigos de pareja, amigos de hijos y de vida. Amigo de familia.
Mañana no iré a bautizos o bodas, no iré a entierros de abuelos o de padres. Mañana iré a su entierro.
No me pregunto nada, no sabría qué responder. Se lo decía a mi amiga, a su viuda, ahora mismo, no hay que preguntarse nada cuando es imposible tener una respuesta, hay que asumirlo y seguir peleando para y con los que quedamos. Ella es una mujer entera todavía y con mucho sentido del dolor inevitable.
Hasta luego Chema. Seguiremos quedando contigo aunque ahora solo venga Tere.