Ayer asistí a
una conferencia con cinco oradores y un gran éxito de asistentes, con lleno más
que total del salón del Centro Cívico. Se hablaba sobre la Sanidad pública en
la margen izquierda de Zaragoza. A ratos se convirtió en mitin, a ratos en
excesiva elocuencia sobre temas comunes con muchas ganas de vender algo desde
ópticas partidistas, empleando demagogias que suenan bien en boca de posturas
progresistas pero que siguen siendo demagogias aunque suenen bien y fuertes.
Pero en las
casi dos horas de diálogo desde la mesa hacia los presenten y viceversa, en
ningún momento se nombró a los políticos ni como solución ni como problema. Los
políticos no existieron en las dos horas de intervenciones entre los 5 oradores
y unos 10 intervinientes del público. No hay mejor desprecio que no hacer
aprecio, se diría.
Todo fueron
requerimientos a las Mareas, a los ciudadanos y a las organizaciones de base, a
las entidades ciudadanas, a los grupos de presión, a las asociaciones de
vecinos.
Cuando se
habló de los sindicatos fue para machacarlos aunque luego recibieron algunas
defensas. De los políticos nada de nada.
Curiosamente
uno de los intervinientes del público que más atacó a los sindicatos llevaba
una insignia de IU en la camisa. Me consta que al menos dos personas de la mesa
pertenecen a partidos políticos. Sé que el organizador es miembro de un partido
político. Entre los asistentes reconocí a más de una decena de personas que
pertenecen a partidos políticos.
Pero no se
habló de política, de políticos. Como si aquello fuera una reunión ajena a la política,
donde las soluciones tuvieran que venir desde otros órganos no políticos. Se
plantearon soluciones, pero sobre todo problemas, se habló de caminos a seguir,
de presionar o de incidir, de asustar o de sentarse a negociar. Pero siempre
desde fuera de la política.
Salí
preocupado. Si pensara que este sistema de ninguneo iba a funcionar hubiera
salido contento, pero no, creo que estos olvidos están muy estudiados, son una
táctica, incluso creo que son una táctica realizada desde ciertos sectores de
la política que además vienen muy bien a otros sectores como creo que algunos
de los discursos suenan más a los años 70 que al siglo XXI. Pero yo ya estoy
muy mayor y debe ser eso.