Grupos militantes islámicos han llenado el vacío en Malí tras el Golpe de Estado, formando un extremista mini-estado al norte de Malí. El colapso del gobierno estatal al sur, ha ahuyentado la inversión extranjera y el turismo —uno de sus pilares económicos— se ha reducido drásticamente. Djenne, ciudad calificada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, vio caer su turismo de más de 10.000 a menos de 20 visitantes extranjeros totales en el año 2012. El algodón de Malí y de las industrias del oro parece estar capeando bien la inseguridad hasta el momento, pero está en manos de unas pocas familias.
El fotógrafo de Reuters Joe Penney ha pasado varios meses en Malí este año, y en esta imagen nos muestra una escuela islámica en donde un maestro enseña versículos del Corán en Djenné (Yenné o Jenne), en el mes de septiembre de 2012. Las miradas de los niños y niñas dicen todo.
Es una pequeña ciudad de unos 30.000 habitantes a orillas del río Bani, muy cerca de la desembocadura de este río hasta el Níger, colocada para su desgracia entre las dos zonas del conflicto de Malí. Es muy conocida la ciudad por la imagen de su Gran Mezquita, la mayor del mundo realizad en adobe. Es ciudad de tuareg, con todo lo que esto representa como forma de vida, de hospitalidad y de leyes propias.