Tres detalles
sobre Italia que hay que analizar con calma. El fracaso de Monti y de Europa en la sociedad italiana con
un 10,5%. El triunfo sin precedentes de Beppe Grillo que forma un partido nuevo
y alcanza unos resultados muy altos, con un 25,5%. El resurgir de Berlusconi
que nos parece imposible de entender, excepto si rascamos un poco, con un 29%.
En realidad
ha ganado claramente la antipolítica, el populismo de distinto color, el
antisistema, la sociedad cabreada y harta de la política conocida, ha ganado lo
nuevo pues no hay que olvidar que Berlusconi representa ese populismo neo que
ataca precisamente desde el poder al poder. También la sociedad italiana
perdona a los corruptos.
Berlusconi es
un camaleón que sabe adaptarse a lo que a él le importa, haciendo parecer que adapta
sus políticas a lo que necesita en cada momento Italia. Simplemente es un
populista viejo, disfrazado de neo, que sabe qué es lo que quiere una gran parte
de la sociedad italiana. En España esto se comprende mal pues no hemos tenido a
nadie de esta clase, pero todo se andará. En estos momentos el actual gobierno
del PP se parece mucho en sus justificaciones, a lo que haría Berlusconi en
procesos iguales. La culpa siempre es de los periodistas.
Pero vayamos
a lo importante. Monti representa el sacrificio que nadie entiende y ha
fracasado. Lo impuso Europa y lo trajo con un paquete de medidas que han
resultado inútiles. Ahora simplemente recoge los trastos y las equivocaciones
suyas y se tiene que ir a su casa a
descansar.
Y el caso de Beppe
Grillo si que merece una especial atención. En España SÍ tenemos ejemplos de
posibles personas similares, ácidos, claros, de derechas o izquierdas, que
saben trasmitir y plantear lo que no se debe hacer en política. Su ascensión política
en estos momentos sería lógica, más si son sobre todo los jóvenes y no tan
jóvenes, los que hartos del sistema, eligen a algo nuevo. En España si diera un
paso al frente un solo líder social de masas (rodeado de media docena de
diferentes antipolíticos) y ya conocido con anterioridad por sus formas y
actos, bastaría para afianzarse en unos números importantes para el sistema
electoral español. La sociedad española está más harta que la italiana. Es
cuestión de tiempo.
Por cierto,
está de moda engañar en las encuestas y dictaminar si lo que sucede es bueno o
malo a través de la prima de riesgo, que es otra manipulación capitalista más.