Parece mentira, pero este sábado según me cuentan se ha vendido un piso en mi barrio. Es curioso pero debe ser cierto pues estaba anunciado y al ir a pedir información sobre él, me han espetado todo contentos los vendedores que ya lo tienen apalabrado. Jodo qué suerte ¿no?
Era un piso normal, muy bien de precio, ajustado como ellos ya saben que hay que ajustarlo, y aprese que esta vez sí, lo han conseguido. Lo llevaban vendiendo unos meses a precio bueno, pero al final lo han tenido que bajar algo más. Pues chicos, a disfrutarlo. De piedra me he quedado.