En Zaragoza
nos están convenciendo que es mucho mejor llevarse todos los análisis clínicos al Hospital
Miguel Servet por operativo y económico. Mentira sin saber todavía el tamaño de esta. Y se han llevado ya; cerrando
la unidad del C. E. Grande Covián, todo el servicio de la margen izquierda. Es
mentira o verdad, por que la cifras se pueden decir de muchas maneras. Por ejemplo un
análisis de sangre en el Grande Covián costaba al SALUD un 50% menos que ahora
en el Miguel Servet, simplemente porque todas las maquinarias y herramientas
del Grande Covián ya están más que amortizadas y las del Miguel Servet no.
Pero sin
entrar en batallas económicas y contables resulta desesperanzador que en Madrid
el mismo sistema nos haya llevado a todos a contemplar el espectáculo teatral
de que el mismo señor Güemes que privatizó los análisis en Madrid con los
mismos criterios que en Zaragoza, ahora esté detrás de la empresa que al final
se ha hecho con la privatización del servicio, una vez que antes y de forma pública
se haya juntado todo en un mismo paquete para hacerlo rentable, amortizarlo y
venderlo a pesetica el cacho.
La
empresa para la que trabaja Juan José Güemes —en el Gobierno de Madrid entre 2008 y 2010—
compró en noviembre pasado el 55% de la UTE (unión temporal de empresas) que
realiza los análisis clínicos de seis hospitales públicos. Se da la
circunstancia de que Güemes formaba parte del Ejecutivo madrileño cuando se
adjudicó esta concesión administrativa, que suponía la privatización de los
laboratorios clínicos que atienden a 1,2 millones de habitantes. Güemes
abandonó el Ejecutivo de Esperanza Aguirre en marzo de 2010, año preelectoral,
para dedicarse a la empresa privada.
Si
estos precedentes no son como para ponerse a temblar, si los máximos gerentes
del SALUD de Zaragoza o de Aragón los hemos traído desde zonas en las que el PP
ya gobernaba como cortijitos de ajedrez, pues a uno se le revientan las entrañas
y se pone mosqueado.