Con 10 grados bajo cero, recogen carbón, mantas, láminas de plástico para recoger el propio calor natural de sus cuerpos, desde dentro de inútiles refugios improvisados en los centros de recogida, cerca de Kabul. Los burqas todo lo unifican, lo igualan, pero siempre hacia abajo, hacia la nada.
La fotografía es de Shah Mara para AFP.
La fotografía es de Shah Mara para AFP.