9.12.12

No es lo mismo escarbar que excavar

Hoy me he quedado un tiempo con la palabra “escarbar” entre mis debilidades mentales. Escarbar; escarbando; escarbemos todos para ver qué hay debajo.

Escarbar es buscar, es remover la superficie de algo, no sabemos bien con qué motivos. A veces en busca de más luz, otras para tapar lo que han hecho, algunas para buscar los tesoros. Es sobre todo "rascar" de donde viene la palabra escarbar.
Escarbar es también buscar lo desconocido, investigar con saña para encontrar la verdad, mirar más de la cuenta, para poder ver más de lo que te permiten.
Y efectivamente, meterte el dedo en la nariz con ganas de quedarte limpio es también escarbar en la nariz en busca de la tranquilidad.
No es lo mismo arañar o raspar que escarbar, pues se necesita más ansia, más ganas de remover todo, más deseos de encontrar el final rascando capa tras capa, hasta el fondo, en busca de la solución. Escarbar es limpiar, terminar, acabar, tal vez dejarlo todo como unos zorros, pero tras resolver por un trabajo intenso.
Ahora, os lo aviso, escarbar tampoco es excavar, aunque se parezcan. Muchas veces escarbar se hace con las manos, con las ideas, con los deseos. Pero en cambio para excavar hay que empelar palas y herramientas más fuertes. Escarbar se hace con delicadeza mental aunque se emplee fuerza bruta. Para excavar solo se necesita rapidez en terminar la tarea.
Escarbar busca la luz apartando lo que no sirve. Excavar busca un hoyo en donde enterrar lo que nos da miedo.