No es fácil conseguir que me creas, amigo lector, pero las videntes o los videntes, no sirven para nada. Mire, se han realizado unas pruebas en Gran Bretaña, en la Universidad de Londres, en donde se han planteado a unas videntes de reconocido trabajo a unas pruebas muy sencillas. Tenían que adivinar qué tipo de personas había detrás de unas mamparas. Debían emplear sus poderes para intentar adivinar de qué tipo de personas se trataba, cómo eran, empleando sus poderes mentales.
El resultado es tremendo. Ninguna de las dos fue capaz de adivinar nada que no fuera por pura casualidad. Estamos hablando de una prueba a dos famosas videntes, elegidas entre las que se prestaron al experimento. Una es sanadora espiritual y la otra médium que contacta con el más allá. Se les presentó a cada una cinco personas diferentes para que las videntes dijeran algo sobre ellas. Solo en un caso se aproximaron a la realidad.
No gaste su dinero en este tipo de servicios que juegan con su buena voluntad, pero sobre todo no pierda su tiempo, su ilusión, sus ganas de resolver los problemas, pues simplemente no sirve para nada. Estas personas son muy intuitivas, saben trabajar mucho y muy bien la psicología de las personas, saben sacar de cada cliente los datos suficientes para impresionarles, y a partir de esas medias verdades que sin querer usted mismo le cuenta, edifican toda una respuesta sobre sus problemas.
Observe que siempre insistirán en volver a tratar su problema, a que vuelva a su consulta, para así seguir lucrándose con sus problemas y sus ilusiones de solución. Da igual qué sistema emplean para convencerle de la trampa, cartas, bolas, polvos, figuras religiosas, manos o sueños. El medio es lo de menos, son ellos los que intentan convencerle a usted con una pata de conejo de lo que usted quiere escuchar. Solo eso.