Tras la
publicación urgente —y por ello irregular en sus beneficios— de la norma para
evitar durante 2 años los desahucios, uno se da cuenta enseguida de que la
política española está tocada de imbecilidad. Todos somos responsables, pero
sobre todos, los que nos dedicamos a la política en alguna medida.
Era fundamental
que TODOS los partidos políticos entraran en la negociación. Y era muy
importante que al final surgiera un acuerdo de mínimos en donde TODOS los partidos
políticos pudieran explicar qué plateaban y qué no se había podido conseguir.
Pero la
realidad es que solo dos partidos, los importantes, se han sentado durante 3
días. No se han puesto de acuerdo. Y el partido de la oposición, el PSOE, no ha sido
capaz de explicar los motivos, qué planteaban ellos, por qué no sirve lo que al
final se ha aprobado.
Sin duda lo
sabemos todos, lo que se ha aprobado es un mínimo tan mínimo que no llega a
casi nadie. No resuelve el problema real.
Por ejemplo
no habla de los avalistas, que en casi todos los casos son víctimas primeras y
sin defensa jurídica fácil incluso con reformas de la ley hipotecaria.
Hablaba hace unos días en este blog sobre algunos aspectos que hay que reformar con urgencia, situaciones que
se han obviado. Simplemente otra vez, los bancos han presionado más que la
calle, más que las personas con problemas y salen ganando en la batalla.
No
será sencillo, ni con este gobierno ni con el próximo dentro de 12 años, hacer
funcionar socialmente este país. Así que hay que plantearse otras alternativas
diferentes para evitar que se nos hunda todo. Es fundamental que cada uno de
nosotros nos pongamos a pensar y luego a explicar.