Ahora los medios de comunicación se están dando cuenta que los desempleados mayores de 50 años ya no volverán a trabajar NUNCA. No pasa nada, los desempleados mayores ya lo sabíamos. Si encima tienes más de 55 años, no es que sea imposible encontrar un nuevo empleo, sino que el consejo es NO LO BUSQUES para no amargarte.
El trabajo
además de servir para cobrar un sueldo sirve para ser personas, para sentirnos
útiles, para serntirnos vivos. Todo esto lo vas perdiendo mientras los que
gestionan se dedican a lanzar aviones sobre Cataluña, a hablar de lo divino o
lo que es pero, a imaginar ideas nuevas para cobrar menos en la jubilación.
Unos parias listísimos.
En España ya
tenemos a más de un millón de personas entre los 50 y los 64 años, desempleados
y sin futuro. Contra más alarguen la edad teórica de jubilación, menos futuro tienen
estas personas, pues los empresarios se los imaginan en sus empresas con 67
años y les entra miedo.
Solemos ser personas
que hemos cotizado muchos años, algunos de nosotros empezamos con 14 años a cotizar
y hoy con más de 55 años, nadie nos garantiza nada. Eso si, se nos mira como un
desastre, un estorbo, un grupo de personas vagas que estamos esperando a cobrar
de papa Estado la jubilación. Con nuestro trabajo y cotizaciones se ha mantenido
este sistema social durante 40 años, pero esto no cuenta para nada ahora.
Somos una
generación con pocos estudios, menos formada que todas las que vienen
empujando, muchos de nosotros no sabemos ni utilizar internet, no conocemos
idiomas, no tenemos titulación. Pero somos ciudadanos de este santo país al que
hemos empujado durante unos años complicados, desde una dictadura a un país
moderno. Algo habremos hecho bien ¿no?
Pero ahora
nos toca escondernos para no molestar, entrar en depresiones y llorar en
solitario para que no se note. Nadie se acuerda de nosotros, si acaso para sacarnos
en las notas de suicidios. Estamos como para creer en algo.