En esta travesía del desierto político que atraviesa España
en esta década, cualquier líder mediano puede auparse pues sobre todo se
necesitan referencias nuevas, capaces de trasmitir, de plantear alternativas,
de tener una visión algo diferente de la realidad y del nuevo camino que hay
que emprender.
Lo deseable sería disponer de un auténtico referente
nacional, de una personalidad con carisma y conocimiento, con respeto e
ideología abierta, que supiera trasmitir y además trabajar por una meta
diferente. La empatía con la sociedad se sobreentiende.
En este desierto destaca Julio Anguita, retirado por propia
voluntad de toda actividad política de primera línea, y al que sus simples
discursos de intenciones están aupando a un puesto que muy posiblemente él no
busca.
Pero fijémonos que hablamos en este caso de un antiguo
líder, que perteneció a un lateral del espectro político, retirado y sin deseos
de auparse. ¿Dónde están pues los lógicos viveros de políticos de recambio del
resto de fuerzas políticas, sobre todo de las más representativas? Sería el
ejemplo que ningún profesional del márquetin político intentaría hacer crecer.
Tal vez ese sea su mayor activo, que es diferente a todos.
Que nadie dude que la sociedad reclama otras formas. Pero
los políticos insistimos en los mismos discursos vacíos ya, en las nula
soluciones que hemos demostrado absurdas, en las mismas ideas de mitad del
siglo XX pero sin adaptarlas a las necesidades actuales. Es decir, efectivamente
y aunque fastidie, el juez Pedraz tiene razón, aunque no sea muy correcto que
él lo diga. “La clase política actual está (estamos) decadente”.
¿Pero qué dice Anguita de nuevo o de viejo? ¿qué nos vuelve
a recordar este pensador de la izquierda comunista, cuando creíamos superada
esta ideología?
"¡Asumo ser el referente de una operación política que
intente cambiar el país! ¡En esta noche yo he empezado la guerra! ¡El que
quiera que me siga!".
"Ante la corrupción global ( legislativa, ejecutiva y
judicial ) que campa en el país dice: hago mi compromiso...asumo ser el
referente de una operación política que intente cambiar el país..."
“Pretendo crear un proyecto social de mínimos, transversal,
apartidista, que pretende aglutinar, poco a poco, a la "inmensa
mayoría" de los ciudadanos. El "poder democrático" frente al
poder de los mercados. El poder no que gobierne, sino que determine”.
"No es una propuesta comunista, sí donde pueden trabajar los comunistas".
"No es una propuesta comunista, sí donde pueden trabajar los comunistas".
“Pretendemos una iniciativa internacional y progresista con
una "referencia ética indudable": la justicia, la democracia, la
cultura y la ética cívica. "Vamos a hacer verdad una serie de principios
muy sencillitos que el sistema no quiere que se hagan verdad”.
1. Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 1.000 euros al
mes. Esta cantidad es exactamente el 72% de la media de los seis países de la
UE que lo tienen más alto: Luxemburgo (1610 euros), Irlanda (1.462 euros),
Holanda (1.357 euros), Bélgica (1336 euros), Francia (1321 euros), Gran Bretaña
(1.148 euros)
2. Ninguna pensión por debajo del SMI.
3. Extensión y ampliación de la prestación por desempleo.
Todo lo anterior puede servir también para abordar con presupuestos concretos
la posibilidad de la Renta Básica.
4. Reforma Fiscal: progresividad, persecución del fraude
fiscal, la economía sumergida y los paraísos fiscales. Revisión de la
legislación sobre las Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV).
Dotar de infraestructuras de todo tipo a la Inspección de Fiscal de la Hacienda
Pública.
5. Banca pública como corolario de la nacionalización de la
banca privada y las cajas de ahorros.
6. Nacionalización de los sectores estratégicos de la
economía. Ley sobre la Obsolescencia programada.
7. Desarrollo de los contenidos de los Títulos Preliminar y
VII de la Constitución.
8. Control y democratización de los canales de distribución
y comercialización del sector primario de la economía a fin de evitar
situaciones de oligopolio que inciden negativamente sobre los precios pagados a
los productores y sobre los precios pagados por los consumidores.
9. Efectiva separación entre las iglesias y el Estado.
10. Reforma del Sistema Electoral en el sentido de implantar
otro proporcional, con las CCAA como circunscripción y un colegio nacional de
restos.