Dejar de fumar es complicado, lo sabes tú que has llegado hasta este lugar en busca de algunas ideas nuevas. Es muy posible que ya lo hayas intentado antes, muchos de nosotros hemos fumado y lo hemos dejado para siempre varias veces, para luego caer en la tentación por diversos motivos. Un día tonto, una reunión especial, un preguntarte para qué, etc.
Es complicado, pero no imposible y sobre todo es muy positivo. Lo sabes pero simplemente no aciertas a elegir el día, a tomarlo como una decisión positiva.
Mira, no lo hagas de golpe, en serio. Antes de decidir que hoy ya no fumo más, prepárate el camino a emprender, asume que es una decisión dura pero que vas a tomar para tu bien. Planifica las formas y los fondos. Los ahorros y los dolores que tendrás por abandonar un vicio caro pero sobre todo agradable aunque sea a costa de tu salud.
Tú eres quien lo va a lograr, solo tú. Eres la fuerza que necesitas, no recurrir a pensar que serán otros u otras “cosas” las que lograrán hacer lo que tienes que hacer tú, y que además sabes como y puedes.
No dejes de fumar de golpe, simplemente empieza por fumar menos cada día. Apúntate en una libreta cada cigarrillo que tomas, los motivos de hacerlo y la hora. Intenta no acabar con todo el cigarro desde el primer día, déjalo antes de que empiece a saber mal. El periodo lógico para dejar de fumar es de un mes desde que comienzas a bajar el número de cigarros día. Pero ten todo apuntado, antes de comenzar con el plan y explicado ante tu familia. Apunta en tu plan de dejar de fumar los cigarrillos día que vas a tomar y el tamaño que irás fumando cada día de cada cigarro. Tú eres quien debe diseñar el plan y tú quien lo debe cumplir. Los demás estamos para apoyarte, pero el importante eres tú.
Haz algo más de ejercicio, anda, corre, nada, apúntate a un gimnasio, cánsate y luego aprende a relajarte. Hay que cambiar algo más la vida que dejar de fumar sin nada que lo acompañe.
Retira de tu casa todo lo que te recuerde al tabaco. Ceniceros, mecheros, cerillas, tabaco, pipas, etc. Limpia bien las cortinas, pinta incluso las habitaciones para que no huelan a nicotina.
Lleva algo en la mano para que estés ocupado. Una pelota pequeña, un bolígrafo, una goma de borrar, un clip. Báñate más veces que antes, en agua caliente para relajarte, con música y olores de velas o de ambientador que te resulten agradables. Vuelves a notar olores que creías perdidos.
Guarda el dinero que te ahorras cada día en una hucha a la vista de todos. En un bote de cristal y a ser posible en monedas pequeñas para que ocupen más espacio.
Toma más frutas y verduras, en zumos o al natural. Cambia al café descafeinado. Lleva chicles en el bolsillo o gominolas y caramelos de menta. La vitamina B y C te ayuda a limpiar la nicotina del cuerpo.
Cuéntales a todos tus amigos, vecinos y compañeros que ya definitivamente has dejado de fumar. Esta vez, sí, es la última. Apunta en una hoja todos tus avances y tus dudas, tus problemas para vender el hábito y tus pensamientos positivos.
Ten preparado y escrito en una hoja que llevarás encima, qué debes hacer si en un momento dado te vence la tentación. Si es así, saca el papel y léelo. Respira luego, bebe agua o una bebida refrescante y repasa mentalmente durante medio minuto las ventajas de dejar de fumar.
Repite por dentro, que hoy tampoco vas a fumar. Lávate varias veces los dientes y boca y tras ello haz gárgaras con un elixir de menta. Si es necesario llévate algo a la boca, un bolígrafo por ejemplo, y chúpalo. Estos trucos los vencerás en pocos días.
Las recaídas suelen ser por las tardes o las noches, Estate preparado para ello. Cambia de recorrido para no cruzarte con un estanco. Intenta esto días no beber alcohol para no asociar este con el tabaco. Es una decisión momentánea. Estás ahora dejando de fumar.
Nunca compres y lleves tabaco encima a partir del momento en que hayas dejado de fumar. Tampoco mecheros. En la fase de fumar menos cigarros, lleva en el bolsillo y en la cajetilla solo los que tienes que fumar en ese tiempo que estarás fuera de casa. Nunca des tabaco y nunca pidas tabaco en estas semanas intermedias. Si algún compañero o amigo te intenta convencer de que es un error tu decisión, abandona el diálogo, no entres en discusión con el. Sé tajante pero no discutas.
En dos días habrás mejorado en tu capacidad de gusto y olfato. Empezarás a expulsar mucosidades pues los pulmones empiezan a limpiarse lentamente. A los 3 días empiezas a respirar algo mejor. Tu capacidad pulmonar irá en aumento a partir de la segunda semana, aunque hasta los 3 meses no habrás mejorado lo suficiente. Al año tus problemas cardiacos habrán reducido a la mitad tu riesgos de paro del corazón.