Ante los
equivocados hechos de ayer en Madrid, deberíamos todos sopesar algunos datos
básicos que nos lleven hacia una posición más “suave”. España necesita calma,
pero sobre todo necesita crear puestos de trabajo, y lo de ayer, culpa de
muchos, no ayuda a salir de una crisis social, personal, política, económica,
laboral, de modelo de país.
El
Congreso de los Diputados es un lugar mítico, inviolable, muy respetado,
ejemplo básico e imprescindible de la democracia.
Exista el tipo de problema que exista, mientras tengamos democracia, el
Congreso de los Diputados es intocable. Y su respeto debe ser compartido por
todos, incluidos los que comenten errores en su gestión del orden público.
La
primera idea de los convocantes del denominado “25S” era tomar el Congreso,
entrar en su interior, desear la provocación de intentar una dimisión del
Gobierno y de los representantes legales.
Aquel
primer intento fue modificado según pasaban las semanas, al entrar en su
organización diversos grupos, algunos cercanos al 15M, que recondujeron la
absurda situación hacia una manera más pacífica de queja.
En
la tarde de ayer, con unos 6.000/8.000 personas rodeando el Congreso y 1.400
policías bien preparados, un grupo de entre 6 y 10 personas inició el
desmontaje de algunas vallas bien colocadas por la policía, con el intento de
penetrar en el cordón defensivo de la policía.
A
partir de este momento, recriminados los manifestantes que iniciaron este
intento por la mayoría de los presentes, la policía actuó de manera poco
profesional, abandonando en parte su posición en el interior del cercado para
salir hacia la zona en donde estaban los manifestantes, surgiendo los insultos
y reprimiendo estos de manera burda y violenta. Acción y reacción.
Si
la única manera de reprimir un intento de mover unas vallas fuertemente
montadas y sujetas es teniendo que dar la vuelta y entrar en la zona
conflictiva, debemos hacer más cursos de orden público. Lo prioritario debería
haber sido evitar el conflicto, el cuerpo a cuerpo, pues todos sabían que las
imágenes circularían por todo el mundo, sobre todo por Europa. Como es lógico
no soy yo quien debe decir cómo se puede resolver una situación así, pues la policía
lo sabe perfectamente.
Las
imágenes distribuidas colocan a España en un mal lugar, son un error claro que
se debería haber evitado con más profesionalidad, sabiendo perfectamente los
responsables del orden que una parte de los allí reunidos buscaban la
provocación.
Este
tipo de resultados son negativos en el corto plazo y muy negativos en el medio
plazo si no se saben gestionar bien. No se debe pensar que tras el 25S viene el
26S que es un día pacífico. Todos aprenden, todos toman decisiones, todos
diseñan los futuros a golpe de aciertos o errores.