4.9.12

El problema más importante de España es el desempleo

Que el desempleo es el principal problema de España lo venimos avisando en este blog (y en centenares de lugares más) desde hace años. Ahora empiezan a señalarlo desde Alemania y tal vez así nos demos cuenta de su importancia. Curiosamente aunque pensemos que todos sabemos que es un problema importante, lo que se necesita es que gritemos que es “EL MÁS importante”, casi el único que debemos intentar resolver.
Con un desempleo de (al menos) tres millones de personas menos, España no necesitaría rescates, ni subir el IVA, ni temblar ante su futuro. Pero hemos perdido esos tres millones de empleos y mucho tiempo sin saber qué hacer. Y recuperar esos tres millones de puestos de trabajo es el mismo trabajo que asumir que los hemos perdido en estos cinco años. No es un milagro lo que necesitamos, es simplemente volver a donde estábamos en empleo, en el año 2007.
¿Y cómo?
Principalmente tomando en serio el problema, tomándolo como el MÁS importante. Cuando hablamos de negociar con Europa rescates o ayudas financieras, no escucho negociar por parte de España ayudas al trabajo, a la exportación, a la formación, a la producción, a poder entrar en nuevos mercados.

España necesita vender, exportar, producir, competir mejor en mercados vecinos. Si Europa compra al exterior productos, debería poderse negociar en esta Europa comercial y de vendedores de caballos, maneras de ayudar a sus propios mercados con dificultades. No hablo de intervenir en mercados, hablo de inteligencia emocional, de defensa propia.
No sirve de nada prestar 100.000 millones a un país si a su vez no le enseñamos o ayudamos a lograr pagar esos préstamos. Mientras prestemos miles de millones a un país en crisis pero a su vez no facilitamos la forma de que ese país recupere su sistema productivo, de consumo, laboral, de sociedad, no lograremos que devuelva los préstamos e irá necesitando otros y otros.
Curiosamente a Grecia se le exige una tontería brutal de bobos de libreta. Ahora se le dice que trabajen los que trabajan 6 días a la semana en vez de cinco días a la semana. ¿En un país con más de 23% de desempleo se exige que los que tienen trabajo trabajen más, en vez de exigir que el trabajo se reparta entre todos?
El trabajo es un buen necesario para funcionar una sociedad. Nunca funcionará si unos trabajan hasta la extenuación y otros no trabajan nada ni futuro que se ve. Esto condena a la sociedad a una guerra. ¿Alguien tiene dudas de esto?
Hay que repartir el trabajo, YA, de forma urgente, coste lo que cueste A TODOS. Esto es muy duro, pues lo termino con un “cueste lo que cueste, a todos”. Y dentro está la solución durísima.
Pero seamos serios. ¿Es lógico que obliguemos a gente con 65 años a continuar trabajando, cansados y sin formación suficiente, mientras que sus hijos o nietos están desempleados y sin futuro? ¿esta es una medida inteligente para el medio plazo? Me importa un huevo (con perdón para las gallinas) que ahora las personas vivamos hasta los 85 años. ¿Y qué?, ¿seremos competitivos si tenemos a las gente de 70 produciendo en fábricas y a los jóvenes bien preparados en el desempleo total? ¿así podremos competir contra otros mercados emergentes? ¿hay que ser listo para darse cuenta de este gran error?
Me da igual si el problema es que no se pueden pagar las jubilaciones, ese es otro problema distinto que se puede resolver pagando desde los Presupuestos Generales del Estado, Pero creer que la solución para España pasa por tener a más de 50% de los jóvenes en el desempleo constante, es una barbaridad para el futuro.
Tenemos que producir más y mejor, con más calidad y de forma más barata. Necesitamos una organización laboral más fresca y capaz, con más preparación y ganas de emprender, con deseos de creer en su empresa. Creyendo que son importantes para su sistema productivo y que no son mano de obra de recambio cada 6 meses. La motivación, la preparación continua, el respeto a su labor, es una necesidad urgente. Más que los rescates y las primas de riesgo. Algún dia nos enteraremos de eso.