Espachurrar o despachurrar es una palabra que me produce simpatía aun siendo una acción violenta. Pero me gusta. No tanto la acción que contiene como la palabra en sí misma. No sucede con otras muchas palabras. No tanto por lo que significan como por su sonido.
Pene o polla no me gusta nada, pichina me parece mucho más simpática. ¿Alguien sabe lo que es un cortapichinas o tijereta? Os la dejo arriba, para que os conozcáis.
Espachurrar es aplastar una cosa estrujándola o apretándola con fuerza hasta destrozarla. Pero es también estropear el final de una película, de una novela, contando su contenido o su final.
Y es además dejar a quien te escuchar sin posibilidad de réplica, cortado, sin posibilidades para que se defienda. Viene de la palabras más antigua “Despanchurrar” que significaría reventar la barriga, las tripas, hasta dejarlo hecho unos zorros.
Efectivamente, es más fino espachurrar que despanchurrar, que parece más bestia, más inhumano aunque el resultado sea el mismo.
Por desgracia hay cierta tendencia humana a espachurrar a los cortapichinas en cuenta las vemos cerca. Es ley humana.