Mientras Cataluña pide 5.000 millones al Estado uno se pone a pensar y le entra la tristeza de la relatividad. ¿Se imaginan si tiene que ser Montilla quien tiene que pedir pasta gansa al Estado?, ¿cuantas leches le habrían metido en el cogote del centralismo socialista?, ¿cuantas críticas hubiera recibido el denostado tripartito? Pero ahora decimos que siempre es todo culpa de "otros" como si los actuales gestores fueran tontos de baba y no saben ni donde entran ni donde están.
Me derrumbo de tontería ilustrada ante listos que se callan cuando los derribos son de su responsabilidad, disimulando como si fueran aprendices de nada, meros personajes "que pasaban por allí". Nos hemos pasado gestionando economías que eran peligrosas, callando ante los bancos y sus banqueros o ante competencias que nos dada el Estado con menos trasferencias económicas de lo que de verdad costaba gestionarlas. Si a eso añadimos que no hemos gestionado con cautela lo que recibíamos en las Comunidades Autónomas, el fiasco era seguro. Ahora toca aprender y rectificar, pero sin que los afectados seamos lo que menos defensa tenemos ante las crisis.
Pero no todo son decisiones erróneas. Feijóo ha tomado la decisión correcta adelantando la elecciones gallegas al 21 de octubre. Bien para los intereses del PP, y para que el resto de partidos se espabilen. Blanco ya ha dejado el camino libre a Vázquez en el PSOE, se espera que el BNG sepa obrar con inteligencia y que el nuevo partido de Mario Conde no pierda su oportunidad. Aun así el PP sabe que es mejor octubre que marzo de 2013, pues este final de año y principio del próximo van a ser muy duros. Solo recordar que en un año se han destrozado 800.000 puestos de trabajo en España. O que en julio de 2012 los españoles han retirado de los bancos algo más de 74.000 millones de sus cuentas bancarias.