Ya sabemos para
qué sirve Rajoy si las cosas están jorobadas. Es muy hábil entregando libros
robados a los curas (perdón, se dice sacerdotes para que no nos asalten viejos
temores) y no es capaz de despedir a sus asesores o al menos de hacerles caso
si es que le asesoran bien, que ya uno ni lo intuye. Con los obipos está, pero para explicar los problemas de España siempre le falta tiempo, macachis qué mala suerte.
Si Rajoy
quería la foto con el libro robado, servía el detalle de entregarlo en nombre
de la policía al Presidente de Galicia. Y que luego él se lo entregara a la
Iglesia, puñetero inmaravilloso.
El mismo fin
de semana en que Rajoy entregada el libro a los obispos, Aznar le lanzaba una
bronca silenciosa en forma de miradas calladas y gestos claros y contundentes.
Aznar es mucho Aznar y Mariano no le llega a los tobillos. Aznar sabe que Rajoy
lo está haciendo muy mal con Europa y se lo dice con la mirada dura. Lo de
menos es cómo se hace con los españoles pues todos creen que eso se puede
recuperar con premios y caramelos, pero con Europa no sirve la mentira ni la
duda, la sonrisa ficticia ni los engaños en las cuentas. Para eso ya están los
griegos.
No es lo
mismo engañar a los desempleados españoles, a los jubilados o funcionarios que
hacerlo con la madrastra Europa. Esto es muy sencillo; con Europa, dado el
punto en el que nos encontramos, o nos enamoramos y acatamos o nos separamos
por la iglesia o por lo civil. Esperar a que se convoquen elecciones en
Alemania y las pierda Merkel no es un seguro de vida, por mucho que Rajoy esté
muy acostumbrado a esperar los cadáveres a la puerta del chamizo. Yo le
aconsejaría que si tiene dudas le pregunte a José María. A mi me jodería otra
vuelta de tuerca, pero demostraríamos seriedad, que por cierto es lo que nos
falta, tanto desde el PP como desde el PSOE. ¿Existe el PSOE? ¿Es serio Mariano para los europeos?