Las reformas
de Mariano Rajoy de julio de 2012 (más las de los anteriores meses) se van
sumando a las que ya hizo Zapatero en 2010 hasta convertir nuestra forma de
entender la sociedad en otra diferente. Medidas impuestas desde fuera para empobrecer a las clases medias y clases trabajadoras que son las que tendremos que pagar las deudas de otros. Europa nos contempla. La crisis económica nos está atacando
en lo más íntimo, mientras seguimos en gran medida mirando hacia otro lado, sin
pensar que esto SÍ nos va a afectar a nosotros, al YO.
Empezaremos a
cambiar (todos y no solo los desempleados o los nuevos pobres) a partir de
septiembre, siempre tras las vacaciones festivas. Nos cuesta mucho cambiar, no
tenemos cintura para darnos cuanta antes de los problemas que luego nos inundan
hasta dejarnos sin aliento.
La política
nunca ha estado tan mal vista en los últimos 35 años, y tardará muchos otros
hasta recuperarse. Si preguntáramos a los ciudadanos de la calle sobre la
reducción del 30% de los concejales la inmensa mayoría diría que es poco, que
se queda corto. No saben a qué se dedican de verdad los concejales, pero
desearían que no existieran.
El gran error
de las reformas sociales que a veces toca hacer en periodos de crisis grave, es
que no se saben explicar, se hacen a espaldas de la educación y la pedagogía y
se odian o se ven inútiles. No se aceptan y así es imposible salir adelante.
Faltan líderes capaces de convencer, y de hacerlo, tan seguros estamos del
monstruo de la política, que pensaríamos que nos están engañando en sus
intentos por convencernos. Y esto es MUY grave. Solo saldremos estamos más
juntos en un equipo y trabajando más por tirar con fuerza y reformar lo que a
cada uno nos toca reformar. Pensar que con reformas políticas desde el gobierno
es suficiente es otro gran error. Tú y o también tenemos que reformar. Reformar
nuestra forma de consumir, de endeudarnos, de trabajar, de exigir, de
participar, de formarnos más y mejor, de volver a exigir otra vez más, de
creer, de volver a participar, de volver a trabajar más por menos. Sí,
efectivamente, muy duro.
Y otro gran
error es no buscar culpables de todo tipo y mostrarlos a la sociedad.
Necesitamos culpables pues somos animales humanos. Necesitamos ver que esto es
responsabilidad de alguien, ver los errores cometidos y que se castigan. Saberlos
para evitarlos. Somos una sociedad educada en la culpabilidad y por ello hay
que buscar culpables de verdad, de los de sentar en banquillos, de los de castigar.
Tristemente tal vez, necesitamos señalar con el dedo quien es el responsable y
evitar con ejemplos que vuelva a suceder.
Si estas
medidas de Rajoy no funcionan lo que se espera de ellos, tendremos otras. Ya lo
dijo Marx. Si, Gaucho Marx.