España está
rota y sin rumbo; desgraciadamente no todos lo entendemos así, aunque casi es
mejor para que la sociedad no se levante en cabreo y se arme peor. Ahora están
en juego las prestaciones por desempleo que es una forma de joder a los más
débiles pues si se trata de evitar fraudes lo que hay que hacer es castigar e
investigar y no actuar contra todos los que ya cotizaron por una prestación
determinada y que han tenido antes millones de personas. Pero además quieren
quitar la paga de Navidad de los funcionarios y congelar las subidas del IPC de
estos trabajadores y de todos los funcionarios.
Lo de Bankia
lo vamos a pagar los más débiles y a su vez los directivos tramposos o
inconscientes (siempre presuntamente), se encuentran con varios ministros que los
defienden públicamente.
No queda
claro qué medidas se tendrán que tomar a partir de agosto cuando en realidad
nos intervengan del todo y ya hayamos tomado todo tipo de medidas para intentar
paliar los problemas, dando palos de ciego y sin explicar bien nada de lo que
se hace. Nunca se hubieran imaginado los votantes de derechas que los
resultados obtenidos hubieran sido estos y que tuvieran que estar siempre
alegando la herencia recibida para justificar sus errores e incapacidades.
La obligación
del PP era conocer la herencia recibida antes, sobre todo porque gran parte de
los problemas recibidos provienen de autonomías gestionadas por amigos suyos
desde hace muchos años. Pero cuando se gestiona lo que hay que hacer es
resolver problemas y no dedicarse a agravarlos con malas decisiones. Nos
esperan semanas de veranos muy duras, mientras el resto de españoles que no
están en crisis, que los hay y son muchos millones todavía, están en la playa
tomando el sol y no creyendo que esto es muy serio.