4.7.12

Dos ideas para reducir el fraude con el IVA


En lo que llevamos de 2012 la recaudación del IVA ha bajado sobre un 10% en la España recesiva, deprimida y sin consumo interno. Los miedos a que la nueva subida del IVA repercuta en el turismo, nuestra primera industria mientras no sepamos cambiar la economía productiva, hace que aplazar su puesta en marcha sea una decisión inevitable. Septiembre será otro año. Recordemos que sin ingresos suficientes y el IVA es de los más importantes, crece nuestro déficit y eso no nos lo permiten desde Europa.
Pero la sociedad española vive muy de cerca su particular manera de entender los bares, cafeterías y restaurantes. Somos todos nosotros unos excelentes clientes interno del turismo y eso también debe tenerse muy en cuenta. Pero entre subir alimentos o artículos de consumo de primera necesidad y subir el IVA a los bares y restaurantes, es lógica la decisión.
Además hay que tener en cuenta que no siempre y todo, el aumento del IVA se traslada al cliente final, pues las empresas tendrán que analizar muy detenidamente si el aumento lo aplican contra sus beneficios por facturación o si se lo trasladan a sus clientes. En ambos casos la decisión es complicada, pero equivocarse puede suponer la muerte del negocio. Son muchos los locales de ocio repartidos por todas las calles, alejado de cualquier comparación con ningún país del mundo, y parecemos condenados a ser todos globalizados, pues no somos capaces de encontrar otras soluciones alternativas.
Subir mucho el IVA supondrá un cambio incluso en las formas de consumir pues se produce en momentos complicados para las economías familiares de muchos millones de personas. Pero resulta inevitable aunque muy duro.
Pensemos en dos decisiones básicas que no se entiende por qué no se han tomado ya.
1/ Obligación en todas las sales de espera de consultas particulares de profesionales, poner una tarifa de precios CON IVA de todos sus servicios y la nota de que es obligatorio que se entregue factura con los servicios.
2/ Obligación de poner TODOS los precios con TODOS los impuestos incluidos. Igual que nunca hemos ido a una tienda a comprar un vestido, un televisor de 45 pulgadas, un kilo de naranjas, pan o el periódico en donde el precio figure “más IVA”, nunca debe figurar el “más IVA” en precios de restaurante, telefonía o viviendas.