Con
la actual situación social, en Aragón hemos fusionado Cajas de Ahorro y Bancos,
se han tenido que cerrar muchas empresas y hemos visto llegar al desempleo
jóvenes y adultos con mucha experiencia. En la Universidad hemos cerrado las
becas o reducido el presupuesto
educativo. La sociedad cree cada vez menos en las soluciones que los
políticos les podemos plantear.
¿Para
cuando las fusiones políticas en Aragón? ¿es positivo para la sociedad
aragonesa o española que nos pongamos a trabajar mucho más unidos los grupos
políticos afines?
En
Aragón tenemos cinco grandes partidos con representación y entre 3 y 5 con
deseos de ascender. Pero todo está preparado (incluso legalmente con sistemas
tramposos) para que solo haya dos o tres partidos con capacidad de tener
influencia real en la sociedad. Los dos grandes bipartidistas están encantados
con el sistema que no piensan cambiar nunca, e incluso encantados con los
partidos pequeños que sirven de alojamiento para la sociedad más crítica y así
no les molestan en sus apaños congresuales o del día a día. Todos contentos con
la asimetría diseñada para manipularla.
Menos
la sociedad que cada vez cree menos en los políticos. Curiosamente en todos.
Las
fusiones políticas en Aragón son dificilísimas. Si, algunos dirán que imposibles. Los que
creen que ellos tienen mucho que perder son los primeros que aseguran que es
imposible. Pero la sociedad merece la ilusión social de pensar que es posible
que también tengan mucho que ganar, si se trabaja con más fuerza, con más
ilusión, con más elementos de fuerza. Pero como en todo, las fusiones también
tienen grados, la cooperación entre organizaciones políticas
debe tener
matices. Mantener las "marcas" puede ser un buen objetivo para
trabajar juntos sin perder la personalidad. Pero faltan ganas incluso para
hablarlo. Sobre todo faltan ganas de empezarlo desde los que pueden iniciar los
procesos de acercamiento.
¿Alguna
idea?, sí, claro, empecemos por lo más sencillo. Pongamos a trabajar juntos a
decenas de militantes de IU, Espacio Plural, CHA, BNG, EQUO, Verdes, etc. en
grupos de análisis posible para que sean capaces de investigar puntos de
acercamiento y de fricción. Organicemos gestores políticos de cada grupo con el
positivismo como meta y con la mente abierta de que en cada proceso de
acercamiento se pierde autonomía, personalidad y puestos de trabajo y se gana
eficacia, poder, y acercamiento a la sociedad. Asumamos todos desde el
principio que esto es muy complicado, casi imposible, pero que la obligación de
todos es conseguirlo por el bien de las personas. Que ha llegado el momento de
plantearnos que tal vez muchos no sean más que pocos.
O cooperamos
entre "más políticos" para lograr que más personas salgan menos
perjudicados con este cambio de sistema, o todos nos hundiremos. Hay muchas
resistencias a cambiar la política desde dentro de la política. Pero o los
políticos admiten que estamos en una obscuridad de la que se sale con valentía
en los planteamientos, trabajando juntos, en cooperativas políticas que sepan
hablar juntos de cada problema, o será tarde más pronto que tarde en intentar
rectificar.
Se
puede seguir convencido de que esta situación es un dolor pasajero y que tras la fiebre
vendrá otra vez el sol. No es un optimista quien así piensa sino una persona
poco informada. Tras estos túneles vendrá otro paisaje diferente que no sabemos
cómo es. Será diferente, eso seguro por sociología, historia, política y
psicología social.