21.6.12

¿Qué vendrá cuando entre todos hayamos acabado con la política?

No hay posibilidad de que la izquierda se acerque entre ella misma, fraccionada y rota en diversos espacios ligeramente diferentes, pero con personalismos que imposibilitan los acercamientos. Han sido muchos años de peleas por los mismos segmentos sociales, por las mismas ideas, por proyectos parecidos, que procuraban diferenciar del contrario electoral a costa muchas veces de enfrentamientos absurdos.
La competencia real de la izquierda es la propia izquierda, en una visión miope de lo que la sociedad necesita y reclama. SOLUCIONES. Cuando entre líderes de izquierda se habla, se mira más “con quien se habla” que “de qué se habla”. Así es imposible avanzar en sinergias, lograr acercamientos, intentar soluciones.
Debería existir una debacle social mayor todavía que la actual para que surgieran intentos reales de acercamiento.
En el camino se han quedado muchas personas que han trabajado en organizaciones de izquierda y que se han asqueado por diversos motivos. No se atisba ni un solo intento serio por recuperar a todas esas personas que en un momento, decidieron abandonar el trabajo activo en política. Son simplemente (como si fueran) un estorbo para los que actualmente ordenan y gestionan la política progresista. Suelen ser personas muy críticas y eso es un pasivo negativo en la forma de gestionar las organizaciones por personas que en muchos casos dirigen más sus puestos de trabajo que sus ideologías.
Hay ligeros intentos de mesas de trabajo, parciales y con poca continuidad. Con leves contenidos y más para cubrir sobre el papel necesidades impuestas o ya acordadas, que para avanzar en nuevas soluciones.
La izquierda es incapaz ce acercarse, pero la derecha que asiste desde la ventana, se frota la mano, mientras la sociedad deja de creer. ¿Qué vendrá cuando entre todos hayamos acabado con la política?