18.6.12

¿Qué supondría, qué nos sucedería ante un rescate financiero en España?

Nos preguntamos para qué sirve un rescate financiero hacia España desde Europa. No sabemos bien qué supone el rescate y en qué nos cambiarán las situaciones que hoy tenemos como propias.  Un rescate ya no es un préstamo normal de un mercado libre hacia una entidad o gobierno que necesita liquidez; es una refinanciación de la deuda que ya se tiene por dar síntomas de que no vamos a ser capaces de poderla pagar, eso si, con unos intereses más bajos que los que marca la prima de riesgo. 

Digamos que en ese caso ya no estaríamos tan pillados por la famosa prima de riesgo. Nos bajaría el interés, lo cual es bueno, a costa de muchas otras cosas, que “SI” son negativas. Irlanda paga por su rescate un 5,8% y la prima de riesgo suya está hoy en un 8,2%. Pero un rescate no es tener MÁS liquidez para poder reactivar la economía ni para poder prestar más, es una refinanciación de la deuda que ya tenemos, al menos en principio, para garantizar a los prestamistas que SI cobrarán, y de esa forma asegurarnos que nos seguirán prestando. Si no admitimos el rescate, llegará un momento (como le sucede a Grecia) que cuando vaya a pedir dinero prestado no se lo quieran dar los mercados y no pueda pagar ni sueldos públicos ni jubilaciones, pues el Estado no tendrá liquidez.
Le primera medida negativa que tomarán con España será que nuestra economía, nuestros presupuestos serían vigilados y diseñados por técnicos europeos. España y sus gestores no tendrían el poder libre de diseñar sus propios Presupuestos Generales del Estado. En Italia exigieron poner a un técnico al mando del Gobierno.
Esto supone bajar el gasto público hasta los límites necesarios para que España pueda pagar SU deuda. Bajarán gastos en sanidad, educación, prestaciones sociales, militares, obras, investigación, etc. Parecido a lo que ya nos sucede pero elevado hasta donde sea necesario para que cuadren SUS cuentas, manejadas por técnicos extranjeros.
Privatización de todo tipo de empresas y servicios públicos españoles para obtener liquidez de forma urgente, sin esperar al mejor momento de salida al mercado. Venta de activos al mercado exterior como medida más beneficiosa para lograr ingresos exteriores. Por ejemplo vender bancos que se tendrían que fusionar con entidades extranjeras, empresas de transportes, aeropuertos, etc. Pasarían a ser propiedad de otras empresas privadas extranjeras, pues así entra dinero nuevo en España.
Utilización del fondo de la Seguridad Social para refinanciar parte de la deuda pública española, lo que haría perder este colchón, que por cierto no sabemos bien en donde está invertido hoy. Revisión profunda de los costes laborales para simplificar contratos y cotizaciones a costa de cambiar manera de cotizar para jubilaciones, desempleo o enfermedad. Profundización de la reforma laboral (todavía más)
Cambios profundos en la forma de producir, en la manera social de entender nuestras relaciones sociales y laborales, de formación e implicación social, de horarios. Parece buena medida, pero estoy seguro que a muchos millones de españoles les parecerá brutal.
Subida del IVA hasta el 22% y cambios entre productos de los diversos apartados del IVA para subirlos (hoy comer en un restaurante o tomar un café cotiza al 8% y podría pasar al 20%). Subida muy alta de impuestos especiales. Copagos o repagos en varios asuntos y no solo en medicinas.
Intento de que entren en nuestra economía capitales exteriores por todos los medios conocidos o no conocidos. No es lo mismo (por poner un ejemplo) vender un apartamento de costa a un español por 150.000 euros que venderlo a un alemán por 90.000 euros. Desgraciadamente se gana más (en estas situaciones de rescate), si se le vende a un alemán.
Desaparición de Diputaciones, municipios menores de 500/1.000 habitantes y fusionando algunas comunidades autónomas para simplificar el mapa administrativo. Cierre de servicios duplicados en la nueva reordenación, desde Universidades a Hospitales, cuarteles de la Guardia Civil o Aeropuertos, juzgados u Oficinas administrativas. Incluso reordenación legislativa o electoral lo que modificaría el mapa representativo.
En caso de que nada funcione, salida del euro, devaluación de la nueva moneda e incluso reingreso al euro al poco tiempo pero con nuevo valor de cambio. Hay otra manera de devaluar las monedas, que son más lentas y con más conflictos sociales. Bajar los sueldos. Si mañana aplican una bajada del 20% al SMI e igual cantidad a los sueldos de los funcionarios, recomendando que lo hagan las empresas privadas, estaremos devaluando la moneda de facto. Ojo, ¡cuidadín!, no digo que sea bueno, digo lo que se haría si nos rescataran, nos guste o no nos guste, lo hagan con vaselina o de empujón.
Vamos, que si nos tienen que intervenir, vamos dados. Lo cual es una muestra clara de que a muchos inversores, financieros especuladores, amigos de los laboratorios del dinero, o golpistas de estado sin fusiles, les parece de perlas que nos tengan que rescatar y por ello presionan hasta no poder respirar España, pues saldrán ganado lo que ahora se ve y lo que se intuye pero no se ve todavía. O estamos muy listos o nos joderán de lado y sin rechistar.