Que la Cruz
Roja española haga un llamamiento europeo y mundial para paliar los problemas
sociales de España, que les están desbordando, es muy preocupante. El incremento
en un 20% de las ayudas urgentes que reciben, la percepción de que el hambre y
la pobreza vergonzante ha entrado ya en muchos hogares españoles es triste y
requiere solución urgente.
El
coordinador en Aragón de Cruz Roja, Fernando Pérez, quiso subrayar la
importancia de este llamamiento, el primero que se realiza en España.
"Este tipo de iniciativas son las que se lanzan en países que sufren
grandes catástrofes como terremotos. Esta vez en España hemos alcanzado el
nivel de tener que pedir este compromiso social" por "la
precarización de la calidad de vida de los usuarios", pero sobre todo el
incremento de estos, con "nuevos perfiles".
Según explica Pérez, aunque no disponen de estadísticas concretas, estos nuevos tipos de usuarios son, por un lado, niños en dificultades sociales, "no las de toda la vida sino las derivadas de que su familia está en paro" y un segundo colectivo son los ancianos, a cuya pensión han tenido que recurrir sus hijos e incluso nietos y que no pueden estirarla más. Y el más numeroso es el perfil de pobreza vergonzante, aquellas familias "normalizadas, pero que tras tres o cuatro años de paro y el fin de las prestaciones sociales se ven abocadas a pedir ayuda". Al hacerlo, se ven sometidos a una "carga emocional espectacular, es algo que nunca pensaron que tendrían que hacer"; y esta situación psicológica hace necesaria la formación de los voluntarios y trabajadores.
Según explica Pérez, aunque no disponen de estadísticas concretas, estos nuevos tipos de usuarios son, por un lado, niños en dificultades sociales, "no las de toda la vida sino las derivadas de que su familia está en paro" y un segundo colectivo son los ancianos, a cuya pensión han tenido que recurrir sus hijos e incluso nietos y que no pueden estirarla más. Y el más numeroso es el perfil de pobreza vergonzante, aquellas familias "normalizadas, pero que tras tres o cuatro años de paro y el fin de las prestaciones sociales se ven abocadas a pedir ayuda". Al hacerlo, se ven sometidos a una "carga emocional espectacular, es algo que nunca pensaron que tendrían que hacer"; y esta situación psicológica hace necesaria la formación de los voluntarios y trabajadores.
El
82% de los atendidos por Cruz Roja están por debajo del umbral de la pobreza,
con ingresos inferiores a los 650 euros mensuales. Un 25% de los que piden
ayuda a Cruz Roja no tienen ningún ingreso para pasar el mes, y un 55% tienen a
todos los miembros de la familia en paro. Hasta ahora Cruz Roja no quería
recibir ayudas en especie por la falta de instalaciones para ello, pero vistas
las graves dificultades de la sociedad han cambiado de aceptación y en estos
momentos vuelven a solicitar ayuda en alimentos o materiales que sirven para
paliar los graves problemas de las familias.