El asunto de Rodrigo Rato en Bankia tiene para un rato de análisis calmado, intentando averiguar para qué tantos ratos de mentiras, tantos ratos de sonrisas falsas, tantos ratos de aparecer comunicando para no decir nada de verdad y mucho de falso. Nosotros, que siempre hemos reclamado en los políticos que tengan más facilidad para dimitir notamos en Rato un uso erróneo del verbo dimitir sobre todo por no saber elegir los momentos correctos, más que para su beneficio. Más que dimitir es huir. Más que dimitir es ser cesado.
Pero bueno, lo importante es resolver lo de Bankia que siempre ha sonado como una mezcla política de Cajas de Ahorros políticas, conservadoras por supuesto, con un riesgo excesivo y muy poca capacidad para presentar contabilidades auditadas y con entendimiento básico de la crisis inmobiliaria y de los precios de sus activos.
Mariano Rajoy está teniendo una facilidad espantosa para que le crezcan los enanos y para equivocarse en cuento toca algo.
Con el poder político que tiene el PP, es para que Europa se vaya atando los machos hacia España, pues nos puede salir la nuez cocona en cada paso que demos. Por cierto, si los depósitos de los clientes están garantizados ¿para qué tanta inyección de dinero público en vez de nacionalizar de una puñetera vez la banca que se desmadra, llevando al juzgado a los que han realizado desmanes o jugado con las contabilidades?
