Menos de la mitad de los desempleados que hay en Zaragoza salimos a la manifestación del Primero de mayo 2012, eso contando que solo los parados hubieran acudido a la misma, que me consta que ni mucho menos. Con el contundente y muy claro lema de “Quieren acabar con todo. Trabajo, dignidad, derechos”, salimos a la calle en busca de rectificaciones por parte del actual Gobierno que sabemos no se van a dar, incluso presionando. Pero la gran duda que me asalta en estos momentos es si lo más eficaz sigue siendo el camino de intentar sacar a las personas, a la sociedad, a la calle para demostrar que están en desacuerdo.
Creo que es hora de los políticos, es momento de que los políticos den un paso adelante y se planteen otras posibilidades, que las hay, y que dejen a la sociedad en su casa, esperando soluciones de una vez, pero sin tener que ser el pivote sobre el que se mueve toda la presión. Los políticos en una democracia tienen un valor y un poder que no se está desarrollando bien. Aunque no tengan mayoría absoluta o dispongan de representación minoritaria en las instituciones. Y es momento de que sean nuestros representantes los que de verdad actúen a favor de la sociedad y de las soluciones que necesitan los que más están sufriendo ante la crisis.
A la gente hay que sacarla a la calle muchas menos veces, para que cuando salgan su poder de convocatoria sea mucho mayor y la importancia social de la manifestación más respetada por todos.