Terminada la jornada de huelga general toca analizar resultados, cabezonerías, futuros, cerrazones, análisis serios de alternativas, gestos, actos vandálicos, consecuencias.
Nadie debe estar contento con el resultado. A los sindicatos le ha ido mejor de lo que ellos esperaban en boca pequeña y peor de lo que se imaginaban en boca grande. Al Gobierno le está costando asimilar que contra las huelgas generales lo mejor es la calma y la tranquilidad de análisis. A los vándalos les está sirviendo como caldo de cultivo no se sabe bien para qué futura batalla, pero mucho ojo con estos grupos. A los trabajadores les cuesta entender que solo se pueda hacer una huelga general para defender sus derechos y que no exista un debate en condiciones para hablar de futuro y de soluciones sin tener que perder derechos. A los parados les da igual este tipo de situaciones pues ellos lo que necesitan es empleo y ni lo ven ni se le espera. A los jóvenes…, los jóvenes están tomando conciencia y poco a poco se les irá viendo más exigiendo su futuro.
No me ha gustado que los Diputados del PSOE no hayan hecho huelga en el Congreso. Los entiendo, pero se retratan ellos solos. Mal, pues dejan claro que no quieren rectificar sus andadas anteriores y que con ellos gobernando, sería parecido.
No me ha gustado nada la señorita que ha hablado en voz del Gobierno explicando lo maravilloso que ha ido la tarde, mientras el mismo telediario nos había mostrado imágenes muy duras. Nosotros no somos imbéciles. Quien a veces intenta que lo seamos, es posible que sí lo sea.
No me han gustado nada los vándalos con programación y objetivos estudiados para practicar con técnicas de guerrilla. No estoy hablando de los piquetes, ojo, no nos confundamos. Hablo y deseo que todos los que mandan entiendan la gran diferencia, hablo de los que se entrenan por las calles y ya se me entiende bien claro cual es su peligro social y político.
Ahora toca hacer pedagogía. Lo repito mil veces mil. Soy un idiota impertinente que repite muchas veces lo mismo. Pero tras una huelga general toca explicar alternativas. El mercado laboral lleva muchos años enfermo en España. La multitud de contratos laborales es una vergüenza, y hay que ofrecer alternativas encima de la mesa, para que todos los trabajadores sepan que hay otras formas de intentar crear empleo. No vale solo con oponerse. Hay que ofrecer ideas y soluciones. Los sindicatos tienen a personas muy válidas para ello y no van a gestionar nunca gobiernos, luego no deben callarse esas alternativas, aunque algunas de ellas suenen a imposibles. Lo imposible es que España y su sociedad aguante muchos años en la actual situación. O que nos tengamos que convertir en trabajadores con derechos chinos, como ha apuntado algún contertulio muy conservador esta mañana en la televisión.