Hemos pasado del 4,4% al 5,8% para exigirnos luego que sea un 5,4% pero en cambio algunos pensamos que debería ser un 8,8% mientras que algunos aseguran que nos podríamos ir a un 5,3% siempre que nos planteemos desde el principio un 5%.
¿Estamos tontos todos?, pero qué puñetas importan estos números hoy, que no sirven ni siquiera para generar confianza, si las medidas se tomarán según se pueden tomar, las perspectivas de este año se desconocen y los resultados finales que son los que importan, no se saben pues es imposible predecir qué va a suceder en el mundo, pues afecta mucho a Europa y a España asuntos como guerras, precios de energía, economía de EEUU o China, etc.
Hablamos mucho menos de las soluciones que de las puntas de los caminos que nos llevan hacia no se sabe donde. Dedicamos músculo político en negociar algo que no sirve hoy, que es cierto que hay que fijar pero nada más, pues ha quedado demostrado que no se puede cumplir —o si— dependiendo de muchos factores.
Mientras tanto, los cinco millones de desempleados en España siguen sin leer estos datos, asqueados de que estén siendo soportados pero sin que nadie sea capaz de encontrar soluciones a su problema de empleo. ¿No es inconstitucional no tener empleo para cinco millones de españoles?
Resulta irreal casi todo, y luego nos preguntamos por qué la sociedad pasa de estos asuntos, de la política, de los políticos. Está bien preguntarnos pero mucho mejor intentar darnos respuestas.