18.3.12

Miedo me da la sonrisa del Rosell

Juan Rosell que es un Presidente al que no hemos votado los trabajadores ni los niños ni los jubilados ni las amas de casa ni los estudiantes ni los…, Juan Rosell afirma que hay que reforma la Ley de Huelga pues no puede ser que unos esgarramantas de nada decidan parar al país con dos tontadicas de ganas.

Y tiene razón el Presidente que siempre se ríe. Habría que regular la Ley de Huelga. Yo de entrada la prohibiría más que nada para estar igual a como estábamos con el “Paquico el de la Collares” que era un general mayor y poco simpático. 

Tengo una duda tremenda ¿por qué está siempre sonriendo y con cara de alegre el Presidente este —sí, él Juan Rosell—, si a todos los Presidentes se les pone cara de mala baba en cuanto entran en los despachos? A este no, y debe ser buena señal para su trabajo.

La huelga general puede ser un fracaso y jorobar a los sindicatos. Pero puede ser un éxito y terminar con la Ley de Huelga actual, lo cual es otro fracaso. O no. Lo curioso de este tipo sonriente, es que no tiene reparos en decir cosas muy duras. Es como si de golpe en este santo país llamado España hubiera aparecido un tipo con ideas de derechas que no quiere parecer de izquierdas, un tipo ultra conservador de lo suyo, es decir de los beneficios empresariales, al que no le da miedo defender sus intereses por encima de los beneficios generales. Vamos un tipo de los que se necesitan. Un tipo de libro pero sin miedos. Otra cosa es que me guste su sonrisa y su ideología. ¿Os imagináis a un Presidente de izquierdas al que no le hubiera entrada “conguele” por/en ser de izquierdas?

Si los políticos de derechas no quisieran parecer de izquierdas nunca gobernarían. Si los políticos de izquierdas no quisieran parecer de derechas no engañarían. Nos faltan tipos que sean sinceros, que no acudan a los libros de márquetin político para disimular sus ideas y lograr votos vecinos. Claro que lo difícil es ser “muy” sincero y además sonreír pues muchas veces es incompatible. Igual es que el Juan Rosell nació con esa cara y no es que se ría sino que es un tic nervioso y nos está engañando. Igual los que se están riendo son sus amigos empresarios. Yo como trabajador también me debería ir riendo, pues a veces contra peor, mejor.