Viernes de anuncios económicos en el Gobierno. Y al final no han subido el IVA tras comprobar como en estos meses de 2012 ha bajado la recaudación por la contracción económica y el menor consumo en España. Es el problema de los recortes, que para lograr reducir el déficit en 20.000 euros hay que lograr recortar en 40.000, pues se recaudan 20.000 menos por el ajuste y la bajada en consumo de las personas que cobran menos y tienen menos actividad económica.
Nada se puede hacer contra estas medidas, pues son realizadas siguiendo los consejos —cuando no las órdenes— de Europa y las realiza el nuevo Gobierno del PP cuando no lleva ni 100 días en su nueva responsabilidad. Han tenido tiempo para estudiar todas las posibles medidas y no caben errores sino ideologías, maneras de gestionar y de obedecer.
Sí resulta curioso en parte, el perdón fiscal, que aunque legalmente no se pueda contemplar así, lo es de facto pues supone pagar un 8% ó 10% en el mejor de los casos, por un dinero escondido del que se hubiera pagado una buena cantidad mayor si se hubiera declarado como era obligación. Sobre este sistema fiscal de perdonar para intentar traer capitales hacia el color blanco yo he visto hace unas pocas décadas otros sistemas más inteligentes. Se sacaban una especie de “Bonos del Estado especiales”, sin interés durante equis años, en donde se metía el dinero negro que se intentaba limpiar. El Estado conseguía dinero fresco y cobraba a costa de quedarse los intereses que no se pagaban. Hoy es complicado jugar con los intereses pues son menos que en los años 80, pero hubiera sido una fórmula más inteligente para conseguir liquidez. E insisto en que la lucha contra el fraude fiscal debe ser implacable y deben acompañar a todo perdón encubierto una serie de medidas creíbles de que esta vez se va en serio contra los defraudadores. Si a quien tiene pasta gansa escondida y bien guardada, le dicen que simplemente si la declara pagará un 10% se lo pensará dos veces si le merece la pena Pero si además le anuncian de que como les pillen se los comerán vivos y con patatas, el gusanillo por declarar será otro. La economía escondida no solo es con los beneficios negros de unos pocos grades empresarios sino sobre todo con lo que cobran mucho oficios de los que todos tenemos constancia. Yo creo más en la desaparición de los billetes de 200 y 500 euros, dejando 15 días para ingresarlos tras pasar por caja. Eso acojonaría mucho más.
La subida de la luz y el gas estaba cantado y será duro en el invierno para las familias con menos ingresos, como lo es la congelación del sueldo de los funcionarios, que llevan ya una bajada de ingresos muy alto en sus nóminas que pasará consecuencias cuando lo asuman en su crudeza. Incrementar el Impuesto de Sociedades es papel mojada para contentar tras la subida del IRPF, pues en esto tiempos se recauda menos por este concepto por la bajada de actividad y los “sistemas” simpáticos que saben utilizar las grandes empresas. Me preocupan los recortes en las Políticas Activas de Empleo, aunque con seriedad hay que reconocer, para lo que valían, hay que redefinir estas partidas sobre todo en cursos de calidad baja o media en el mejor de los casos, que se repetían y que en nada aumentaban las posibilidades de servir para encontrar empleo. Desde aquí hemos insistido mucho sobre aumentar la formación, pero a costa de mejores políticas activas de formación continua y no de estos “cursillitos” que en nada ayudan en estos momentos de especialización profesional.
Falta concretar algunos detalles de los ajustes anunciados. No entiendo que no hayan subido los impuestos especiales al alcohol y en cambio si los del tabaco. Se podría haber tocado el IVA modificando algunos productos de escala creando en lo posible nuevos grupos de cotización. E insisto otra vez más, que para grandes recortes y noticias, nada como el Presidente dando la cara y explicando. Hacerlo el día después de la huelga general, un día antes de salir para la Semana Santa y unos días después de las elecciones en Andalucía y Asturias es demasiado “curioso”. Por eso nada como explicarlo muy bien por quien tiene la responsabilidad, para que la gente empiece a tragarse que es inevitable el ajuste brutal. Pero en este santo país hemos cogido la costumbre de no salir a dar explicaciones, pues parece que escuece.