Hemos entrado en periodo de rebajas y creo que nos van a durar más de un enero congelado. Pero no me preocupan tanto las rebajas de sueldos o de trabajo, como las rebajas de ideología, de pensamiento, de serenidad y sensatez.
Escucho a los sindicatos de clase (creo que son de clase, aunque tengo dudas en saber a qué clase defienden o representan) que admitirían los contratos mini, los sueldos mini, los derechos mini. Todo con rebajas. Si los sindicatos ya no son tampoco capaces de defender a sus trabajadores, ¿quién defenderá en este santo país las ideas lógicas y progresistas de los derechos para los que menos tienen? No solo los empresarios nos están metiendo en un periodo de grandes rebajas sino que aplaudimos con las orejas y admitimos todo como inevitable. Nos han abducido.
Si admitimos que parte de las solución pasa por restar derechos a los trabajadores, es tanto como admitir que los culpables de la actual crisis son los trabajadores. Los sindicatos no hablan de controlar a los empresarios, los bancos o los chiringuitos financieros. No hablan de los impuestos progresivos o de los controles sobre los fraudes empresariales. No les escucho hablar con contundencia de la congelación del empleo público, de la pérdida de calidad en la enseñanza o la sanidad.
Para defender a los trabajadores de las tragaderas de los mini trabajos y los mini sueldos, no son necesarios los actuales sindicatos. ¿A quien están agradecidos?, ¿por qué no son capaces de romper con la actual dicotomía entre su forma económica de subsistencia y su necesidad social de representar a los trabajadores?
Son tiempos de rebajas y el PP lo sabe y se aprovecha. Dicen que todo está muy mal, pero que mal, y tendrán que romper la baraja de los derechos para intentar salvarnos, ¿de quien? ¿de los alemanes?, pero si ya nuestra juventud se va a Alemania, tranquilos todos. Cuando hayan pasado unos años, las chicas y chicos del PP nos volverán a dar migajas duras y rancias de lo que ahora nos rebajan y aparecerán como los salvadores de los trabajadores y los parias de la tierra, a los que les devuelven lo que les rebajaron por culpa de la izquierda estrafalaria. Se han leído a Maquiavelo y lo van a llevar de rebajas como libro de noche.
Mientras tanto la izquierda española está de rebajas ideológicas y se encuentra dividida entre seguir buscando su futuro o seguir peleando por un semáforo de más o por una acequia que no funciona. Parte de esta izquierda incluso se atreve a plantear medidas que ellos durante ocho años de gobierno nunca sacaron de su chistera. El respeto a los ciudadanos está de rebajas.
No se trata de buscar y encontrar una izquierda maximalista, que ahora desee romper todo tipo de barajas y lanzarse al monte. No seamos tan bobos. Simplemente necesitamos una izquierda seria que se atreva a volver a revivir textos de hace unas décadas, frescura en sus planteamientos sabiendo que ya existe internet y el mundo ha cambiado, y no olvidando quien es el enemigo y quien el amigo.
Vamos, simplemente una izquierda sin rebajas.