Dice la CREA, la Confederación de Empresarios de Aragón —según se publicó ayer—, que los empresarios necesitan:
Posibilidad de incrementar su financiación
Impulsar su competitividad
Más flexibilidad interna
Vamos a analizar ligeramente estas peticiones, para ver su viabilidad y su sentido en busca de una solución al empleo o a la viabilidad de nuevas empresas. Son apuntes sencillos y rápidos, hay más por si estos no gustan.
Posibilidad de incrementar su financiación
Gran parte de las empresas españolas están muy endeudadas, tanto a largo plazo como a corto. Tiene muy complicado obtener crédito por las restricciones que hay, pero también por no disponer de garantías suficientes. Siempre se recurre a los socios o gestores para que avalen personalmente, luego, es un problema casi siempre personal que se une al empresarial. Como es lógico, ahora ya, ante cualquier nuevo crédito se analiza mucho más que antes la solvencia de la empresa, del proyecto de inversión y de los gerentes que lo van a llevar a término. Es cierto que hay también dificultadas a corto plazo para dinero circulante, en la misma medida que es vergonzosa la costumbre de nuestro país de que todo se factura a 90 días, tanto lo que se vende como lo que se cobra. Es cierto que han crecido las dificultades para meter remesas a los bancos o para disponer de líneas de crédito adaptadas a sus tamaños y este si que es un problema grave que se debería resolver con garantías para todas la partes. A veces las empresas han abusado de las remesas “tramposetas”.
¿Qué tal una banca pública que capacidad para analizar con seriedad proyectos nuevos y apoyarlos?
Impulsar su competitividad
En este punto resulta imposible entender que la CREA solicite ayuda para esto, pues los primeros pasos los deben dar las empresas. Son ellas las que deben impulsar su competitividad, muchas veces con más formación empresarial, analizando mercados, conociendo bien a las competencias, abriendo nuevas rutas para sus productos, aprendiendo a vender y a poner en valor lo que producen, adaptándolo a las nuevas realidades. Ser competitivos no es lo mismo que ser emprendedores. Sí que hay que ayudar, para que se creen MÁS empresas y empresarios, pero no en la misma medida para impulsar la competitividad de las existentes. Si se debe incidir en ayudar a la exportación, pero esto ya se está haciendo con mejor o peor fortuna, depende de sectores, territorios, empresas. Y tener siempre algo encima de la mesa, pues las empresas son las primeras que desean jugar con una reglas capitalistas ya escritas. Muchas veces es mejor que cierra una empresa con serias dificultades, que mantenerla artificialmente abierta. Incluso en periodos de crisis. Depende del servicio que ofrece y de quien son las beneficiarias si tiene que cerrar.
¿Qué tal más investigación pública, más integración de los universitarios con las empresas, más becas públicas para la investigación económica o de desarrollo de nuevas actividades?
Más flexibilidad interna
¿Qué entiende la CREA como más flexibilidad interna?, es una amplia, muy amplia fase del desarrollo de todo empresa. Es complejo entender más flexibilidad en un país que ha lanzado al desempleo a tres millones de personas en poco más de tres años. Un país con tantos tipos de contrato laboral para elegir. Un país con tantísima movilidad laboral. Es cierto que hay dos clases de trabajadores en estos momentos. Los que tiene muchos derechos y los que no tienen ninguno y que tras este deseo se esconde que todos los trabajadores tengan los mismos derechos, es decid casi ninguno. Como lo es también que desea más movilidad geográfica como excusa para poder despedir y no para poder disponer. Muchas empresas que solicitan movilidad geográfica no tienen sucursales en otras zonas y si las tienen no piensan ampliarlas. Hay empresas que han abierto sucursales en Rumania o Marruecos y desean llevar allí a sus profesionales a trabajar con los derechos de aquellos países por mucho que digan que no en tono bajo. Yo considero la flexibilidad como algo elemental y muy beneficiario para las empresas, pero mi flexibilidad es distinta a la que reclaman muchas empresas. Cambio de secciones y labores dentro de la organización, lo que conlleva siempre más formación. Respeto para los horarios, que no se está llevando ahora cuando se cambian ante contratos nuevos con la facilidad de mañana te lo modifico y calla por si acaso. ¿Más flexibilidad interna necesitan los grandes Centros Comerciales con sus empleados?
¿Qué tal un mercado laboral más sencillo, con derechos iguales para todos los trabajadores (pero en la parte alta, buscando la integración con las empresas y la motivación); más empleo público de I+D+i; menos impuestos al trabajo y muchos más a los beneficios que no se reinvierten; más control contra el fraude contable y el desvío de gastos personales hacia gastos empresariales; más formación continua exigible también a los dirigentes y gestores; exigencia de titulaciones para ciertos puestos en las empresas de más de 100 trabajadores; más integración juvenil en el empleo no tanto ayudando en los costes laborales como en el coste del despido si este se produce, soportando el Estado parte del mismo para trabajadores menores de treinta años?