Para salir de esta dura crisis económica, España necesita crear más empleo de forma urgente. Estoy plenamente convencido que la solución al alto desempleo en España lo estamos gestionando muy mal, aun sabiendo que nuestro déficit público es alto y las órdenes recibidas desde Europa son de controlarlo al máximo.
El daño que estamos haciendo a la sociedad con un desempleo tan alto, que se enquista en el tiempo y sin rasgos fáciles de solución, está produciendo un daño social de complicado entendimiento ahora, que estamos dolidos pero adormecidos además. Se junta el miedo, la emigración, la nula emancipación, el valor de la formación, para saber que los problemas actuales van a ser graves.
El empleo solo se puede recuperar si se crean nuevamente puestos de trabajo. Algo muy obvio.
Solo pueden crear empleo las empresas públicas o las empresas privadas. Más obvio todavía. Sí, los autónomos ya son empresarios que crean microempresas.
Las empresas públicas tienen congeladas sus plantillas y así estarán durante años (previsiblemente y si no cambian las directrices económicas en Europa), hasta que se cambien la actual decisión que considero absurda de primer el control del déficit sobre todo lo demás y congelar la creación de puestos de trabajo, pues ni tan siquiera hay cuotas de restitución por incapacidades, despidos, abandonos o jubilaciones. Empresas públicas son médicos, maestros, jueces, policías, militares, guardias o inspectores (que no sean de Hacienda, al menos).
Las empresas privadas necesitan un PIB de al menos un 2,5% para pensar que así se creará empleo. Dato erróneo pues al salir de una fuerte crisis y muy duradera en el tiempo, todas hoy la empresas están muy endeudadas y lo primero que harán será intentar cuadrar sus balances pagando endeudamiento y luego curarse el miedo a aumentar sus gastos fijos. Pero además nadie garantiza (es imposible, lo sé) en qué momento se alcanzará en España un crecimiento del 2,5% y a qué será debido tal aumento en las condiciones económicas actuales. ¿Qué tendremos que producir y vender de nuevo, para lograr ascender hasta ese PIB del 3% que dicen que antes garantizaba la creación de empleo? ¿quién nos comprará lo que nos atrevamos a producir para crecer?
Mientras no seamos capaces de crear empleo privado —todavía no sabemos bien como, pues a veces damos la sensación de que las empresas empezarán a creer por sí solas en la economía, sin valorar que para mantener un empleo estable hay antes que datar de estabilidad y crecimiento a la economía— no saldremos de este pozo. El empleo —por volumen— lo crean las empresas pequeñas y estás están muy hundidas. Hay que crear nuevos empresarios pero en cambio no creamos una nueva cultura del emprendimiento, de la empresa. No creemos en la formación de calidad, no apoyamos a las Universidades y a la investigación. ¿De donde creemos que será capaz España de crear nuevos empresarios, de la especulación fácil o de ideas brillantes sin una nueva manera de formar?
De momento nuestros jóvenes mejor formados se van de España. Si durante 2011 han sido 600.000 las personas que se han ido de España, unos 60.000 son nacidos en España, jóvenes en su inmensa mayoría, licenciados y que han marchado hacia Europa, EEUU o América Latina en busca de su porvenir. Futuros empresarios en gran medida que buscan su porvenir allá donde creen tenerlo más posible.
Pero si el camino para crecer en empleo privado está complicado, para obtener un empleo público está imposible, algo que me parece increíble. Nada es más rentable como reposición de lo invertido, que saber gestionar públicamente mano de obra para aquellas labores que interesa crear y apoyar. La reversión de lo que se invierte, tanto en forma de impuesto directo, seguridad social o consumo y con ello más impuestos y reactivación de la economía, es muy alto en estos casos de inversión (gastos) en sueldos. No se trata de contratar a más funcionarios. Hay muchas otras formas de invertir en mano de obra activa y pública sin atarse a contratos fijos o a tiempo tasado. Y a cambio de ello se consigue gran parte de la devolución de lo invertido (gastado) y gestionar a la conveniencia pública el beneficio de lo que se produzca. Por ejemplo investigación, formación, cultura, etc. ¿O acaso no nos consideramos capaces de gestionar la investigación o la formación para que ofrezca beneficios a la sociedad?